En plena “carrera armamentística” de las deportivas a principios de los años 1990, Honda cambió el paso de sus rivales con la primera Fireblade, la CBR900RR de 1992: una moto muy ligera pensada para ser muy ágil y con suficiente potencia de su motor tetracilíndrico en línea de 893 cc. Aún se valora mucho actualmente y esta unidad en perfecto estado lo muestra: en plena subasta ¡ya ha superado los 50.000 dólares (45.000 euros)!
Honda CBR900RR 1993
Cuando parecía que la “carrera” era por tener la deportiva más potente, Honda cambió el paso a sus rivales presentando una moto deportiva no más potente, sino mucho más ligera. La primera Fireblade además marcó una nueva cilindrada, ni las hasta entonces reinas 750 ni las que iban a terminarse imponiendo 1000, sino una 900. Eran motos con mucho genio, con bastante potencia y bajo peso pero reacciones violentas y de pilotaje agresivo.
Pero han dejado un recuerdo imborrable, está claro. La propia Honda ha lanzado una edición Aniversario de su moderna Fireblade, la CBR1000RR-R, heredera de esta deportiva aunque con más potencia y mucha más electrónica, que hace todo más fácil y seguro. La única que llevaba la CBR900RR era la de las luces o el cuadro de instrumentos… En esta unidad que ves a la venta, con colores 1993, apenas se cuentan 7000 kilómetros en su marcador (5000 millas).
La tienda que la vende dice que está tan bien conservada que apenas cambiaron el aceite y las bujías “por hacer algo”… y es que estos motores eran además muy robustos. Solo el carenado superior fue reemplazado por el anterior dueño, pero está impecable. Un rasgo único de estas CBR900RR era su llanta delantera de 16 pulgadas (con trasera “normal” de 17), ésta lleva Bridgestone GT65. La moto tiene la documentación, herramientas y manual originales, como si la sacaras de una tienda 30 años atrás, y eso explica -además de la demanda, suponemos- ese precio tan alto.
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