Apuesto que el simple título del post atrajo la atención de más de un lector a esta nota, normal, ¿No?.. Chicas y Motos es una combinación que por lo general trae consigo connotaciones de erotismo. Pero, ¿por qué?
Bueno, antes de empezar tengo que aclarar que; uno, esta nota la escribe una chica y dos, no, no se trata de una nota erótica, (lamento la decepción), en realidad, lo que trata esta nota es presentar una hipótesis de porque es que de manera automática mucha gente hace esa conexión.
Estaba investigando y bueno, efectivamente estamos hablando de un tabú cultural, es decir, algo que debido a ciertas acciones suscitadas en ciertos tiempos, bajo ciertas circunstancias hicieron que la sociedad tomara esta postura al respecto, cuando se habla de la combinación Chicas y Motos.
¿Qué acciones? Concretamente la publicidad. ¿En qué tiempo? Con mayor fuerza al final de la Primera Guerra Mundial. ¿Bajo qué circunstancia? Bajo la que se encontraban las mujeres en esa época, circunstancias de las que hablamos un poco más detalladamente en una nota que trata de exponer el origen de la creencia de que las motos no son para las mujeres.
Pero, profundicemos un poco. Desde los inicios de la publicidad, los maestros del marketing descubrieron que poner a una chica a vender cualquier producto (no se diga uno que supuestamente era dirigido al público masculino), era sin duda la mejor estrategia a seguir, si se quería llegar directo y sin escala a la meta de ventas, la razón muy simple, el estereotipo de una mujer en esos tiempos; una mujer es mucho más cálida, dulce, amable y bueno en conjunto más atractiva (lo sigue siendo), y considerando que para ese entonces los hombres eran los que contaban con el poder, no sólo económico, si no de decisión para hacer las compras importantes, pues al que había que convencer era al hombre. Para muestra esta el primer cartel registrado en la historia de la publicidad en donde se utiliza la imagen femenina, no se trata de una foto, es una ilustración de la Venus de Milo que la empresa de tabacos Pearl presentó en el año 1871.
Algo que colaboró bastante para lograr el perfecto mash entre ambos elementos fue el éxito rotundo que Harley Davidson y el recién descubierto mundo del motociclismo tuvieron en el periodo transcurrido entre la Primera y la Segunda Guerra mundial, (aclaro, no fue el motociclismo como tal, si no la publicidad que se hizo al respecto), donde todos los «jóvenes rebeldes» debían tener una moto y bueno, tener una moto y una chica era sin duda el premio mayor. Imaginen el término de la Guerra, con toda la euforia, el rock and roll, carreras y montón de chicas que también querían ser rebeldes. El lienzo estaba puesto para sacar el mejor provecho económico, así que empezó a surgir una cantidad de películas y publicaciones cada vez más subidas de tono que terminaron por formar y encasillar una imagen totalmente errónea de lo que significa la combinación de Chicas y Motos. Eso si, salió mucho dinero de ahí.
Se trata de una etiqueta que incluso hoy día seguimos cargando (quiero pensar que en mucho menor medida), porque por supuesto que los tiempos, las circunstancias y las acciones que definen hoy a una mujer ya nada tiene que ver con la de esos días.
Así que por favor chicos y chicas EVOLUCIONEMOS. Una mujer se sube a una moto por las mismas razones que un hombre, para sentir el viento en la cara, para disfrutar del paisaje, para liberarse de la cotidianidad, para tener un momento de paz e igual que un hombre, una mujer pilotea una moto porque puede y quiere hacerlo.
Bueno, una vez dicho lo anterior, no me queda más que desearl
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