El mercado asiático cada vez cobra más importancia. El año pasado se vendieron en China 20 millones de motos, y cinco millones en Indonesia. Estas cifras ponen en perspectiva la importancia que los consumidores europeos tenemos para los fabricantes frente a los asiáticos.
No paran de llegar noticias del lejano oriente, ya sea de marcas japonesas, chinas o indias. Una tendencia que lo único que va a hacer es aumentar con el paso del tiempo. Por aquellos lares existe una enorme demanda de scooter, así que los hay para casi todos los gustos. La oferta es gigantesca y va desde marcas de toda la vida como Honda y Yamaha hasta compañías como Yadea, que aún no son muy conocidas en el Viejo Continente.
Yamaha Force X 125
Quizá pensando en el tamaño de aquel mercado, Yamaha ha presentado el scooter Force X 125 en China, un modelo cuando menos llamativo por sus especiales características. El pequeño vehículo va propulsado por un humilde motor de 125 cc con refrigeración por aire. Lo más destacable es que la marca de los diapasones ha decidido emplear la misma tecnología híbrida que usa en otros scooter que también comercializa en Asia. es un sistema digamos “micro híbrido”: un pequeño motor eléctrico ayuda al de explosión en arrancadas y al acelerar a fondo (adelantamientos) tirando de una batería algo mayor de lo habitual en este tipo de motos.
El Yamaha Force X tiene una potencia de 8 CV y, al menos en teoría, deberá ofrecer un consumo “de mechero” (como se decía antes, cuando fumar era una actividad glamurosa). La fuerza del modelo no va a estar desde luego en sus prestaciones pero sí en su capacidad para ahorrar gasolina. Una ventaja que no es baladí en los tiempos que corren.
En lo que respecta a la estética se aleja de la imagen aburrida de algunos scooter. El Force X llama la atención con sus neumáticos mixtos y un agresivo frontal en el que destaca el faro. Solo pesa 92 kg por lo que incluso personas con poca experiencia podrán manejarlo con soltura, aunque es algo alto para poder meterse en caminos de tierra. Yamaha ha decidido ofrecer un vehículo sencillo por lo que ni siquiera lleva ABS y solo cuenta con un disco anterior apoyado por un freno de tambor en el tren posterior. En China costará el equivalente a 1268 euros y no se sabe si la marca piensa comercializarlo en otros mercados.
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