El duelo Márquez-Viñales, a punto en Misano

Puede ser en la carrera 12+1 de la temporada de MotoGP, cuando veamos por fin el ansiado duelo de “los gallos españoles” de Honda y Yamaha, en pista. Este sábado de “cronometrados oficiales” Maverick Viñales se va a ir a dormir con la vitola de ser el piloto que ha conquistado la pole número 500 para España. A Marc Márquez le quedará el consuelo de haber protagonizado la más épica de todos los tiempos (y de todas las banderas) en Austin 2015. Pero las estadísticas no están solamente para romperlas; sino para olvidarse de ellas: el domingo hay una carrera (y “ojo cuidao”: antes se celebra un Warm Up) y nos estamos olvidando de una cosa; y de varias personas: Andrea Dovizioso, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo… Y la lluvia.

Lo que más gracia me hace de esta obsesión (de prensa y aficionados a la par) sobre el pique Márquez-Viñales es que nadie, o casi nadie, se da cuenta de que el susodicho pique está vivo a diario; desde hace tres años, más o menos; y que poco o nada tiene que ver lo que pase en la pista. Y si me estoy equivocando en algo de lo que afirmo, es en la cifra de años.
El domingo se apagará el semáforo y arrancará el GP de San Marino de MotoGP y ambos (Marc y Mack) se olvidarán cada uno del otro, porque entre otras cosas, habrá más rivales de fuste que les querrán ganar (a los dos por el mismo precio) en ese momento. Especialmente uno que se llama Andrea y va líder con ocho puntos de ventaja. Pero hay otro con otra Ducati igual de buena que quiere sacar la cabeza de una vez por todas; y uno más, con una Honda, que va de tapado. Y que como encuentre algo en el Warm Up, ya le veremos apretar, en la segunda parte de la carrera.

Del domingo de carreras en Misano no hago apuestas. Solamente me juego un dedo (de la oreja) a que Valentino Rossi estará en el muro del Pit Lane viendo la salida de Moto3; después de darse el baño de multitudes que le hace falta para estar en Aragón y sobre todo, para seguir certificando a sus rivales, mucho más jóvenes que él, que el viento es viejo, pero sigue (y seguirá) soplando.

No os obsesionéis tanto con los duelos: ellos no lo hacen. MotoGP ha llegado a su máxima expresión, en forma de espectáculo, justo en el momento en el que menos “masa” de espectadores tiene, en la televisión española, por ser de pago; pero esto es solamente coyuntural. Lo que importa es que estamos ante un “show coral” donde no hay sólo dos actores; sino una batería de protagonistas: la parrilla de salida. Insisto; este concepto llegará en Misano a su máximo exponente metafísico, porque uno de ellos ni siquiera correrá, la carrera. Este domingo tenemos la carrera del siglo de MotoGP de este fin de semana; y solamente nos queda algo a lo que aferrarnos: nadie, ni Carmelo, ni Marc, ni Manel, ni Maverick, ni Guido, ni Andrea, ni Mat, ni Dani, ni Ernest, ni Jorge, ni Lucio, ni Cal; saben lo que va a suceder, mañana. Nadie.

Recuerda, parroquia: estamos ante el GP más igualado del año: si tuiteas te lo pierdes.