Laia Sanz encara este Dakar 2018 con muchas ganas y energías, sabiendo que es uno de los pilotos punteros del panorama nacional, y que tiene posibilidades reales de hacer una gran actuación. Para ello, ha ido siguiendo varios pasos, apostando por marcas que la valoran como lo que se considera, y luchando para conseguirlo.
Laia Sanz tiene como objetivo repetir el top 10 que alcanzó en 2015, y para ello cuenta con el apoyo oficial de la fábrica KTM, y con un plan de preparación muy meticuloso. El apartado físico está a la altura del apartado técnico: su entrenamiento y preparación física es de altísimo nivel, así como su montura y su equipo.
Laia Sanz reconoce que para estar a la altura en una carrera como el Dakar, hay que entrenar con mucha perseverancia y determinación, en todo tipo de condiciones y circunstancias, en la altura y la fatiga, en la novedad y en la rutina. Para ello Laia Sanz está siguiendo una preparación que trabaja todos estos aspectos, desde la resistencia física, hasta la navegación.
Los pilotos donde más sufren es en la resistencia al final de las largas etapas, y uno de los motores principales de dicha resistencia reside en lo psicológico, campo en el que ha labrado gran parte de su entrenamiento. Aún así, la preparación física debe ser muy exhaustiva de igual modo, y necesitan simular todos los máximos escenarios posibles que van a sufrir durante el Dakar.
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