La verdad es que cuando recibí las invitaciones para la VIP Lounge estaba realmente intrigado ya que no sabía qué me iba a encontrar y si realmente merecería la pena vivir esta experiencia. En la parte final de este artículo encontraréis la respuesta a mi duda… pero antes dejadme explicaros en qué consiste exactamente un fin de semana en la VIP Lounge de Motorland Aragón.
En primer lugar la VIP Lounge ofrece algo que toda persona que se desplaza a un circuito valora mucho: un acceso a un parking VIP situado a escasos 20 metros de la entrada a paddock. En esta misma zona se pueden observar los camiones de los diferentes equipos, motorhomes, hospitalitys… y cómo trabajan los mecánicos fuera de la zona de boxes.
UN BUEN RECIBIMIENTO
Después de una temprana visita a la recta de paddock ya me apetecía algo para comer… así que dicho y hecho, pues la VIP Lounge de Motorland Aragón -está situada en el primer piso. encima de los boxes- ofrece un servicio buffet para el desayuno y para la comida. Un detalle que me gustó mucho fue que nada más llegar nos agasajaron con un producto de la zona -en este caso un excelente aceite del Bajo Aragón- que también se encontraba en cada una de las mesas y cuyos asientos estaban previamente asignados a cada uno de los asistentes. No se me ocurre mejor manera de empezar un buen fin de semana después de un largo trayecto (en mi caso desde Barcelona) que con un buen desayuno a base de pan con tomate, surtidos de quesos, un buen Jamón de Teruel cortado al momento, croissants, fruta y un buen zumo natural de naranja.
Lo que para mí fue lo mejor de la vip lounge hasta el momento, pues no sabía lo que nos depararía la tarde de ese mismo sábado, eran las vistas privilegiadas que ofrecía del circuito.
Situado apenas 50 metros pasado el arco de meta, el palco cubierto me permitía sentirme uno más de la carrera, pudiendo observar el trabajo de los equipos tanto fuera de los boxes (cambios de neumáticos, calentamiento de las motos…) como desde el “pitwall” (la zona que los mecánicos tienen para seguir la carrera en el muro de la recta y poder dar información al piloto en pista). Además, tanto la terraza como la zona interior contaban con pantallas de televisión para seguir la prueba con toda la información necesaria.
Cuando se acercaba la hora de la carrera de SuperBikes pensaba que eso iba a ser todo en mi fin de semana… pero había “subestimado” la VIP Lounge de Motorland. Incluso se lo comenté así a mi padre, que fue quién vivió esta experiencia conmigo y cuya opinión respecto a ésta no difiere de la expresada por mí en este post. En realidad el fin de semana no había hecho más que empezar y no nos imaginábamos lo que se iba a venir. Una hora antes de la carrera nos llevaron a final de paddock, dónde nos acreditaron para poder entrar a la zona de boxes. En ese momento yo no sabía porque nos acreditaban, pues en mi mente estaba que el paseo por el carril de boxes era pasada la carrera…
MÁS CERCA, IMPOSIBLE
Allí lo entendí todo: ¡íbamos a pasear por la zona de boxes cuando los equipos sacaban las motos para empezar la vuelta de formación de parrilla! ¡Ibamos a tener las motos de los mejores pilotos del mundo de la disciplina a escasos centímetros!
Lo increíble es que eso no iba a ser todo, teniendo en cuenta que nos dejaron entrar a parrilla de salida cuando llegaban todos los pilotos, viendo trabajar a los equipos a menos de 10 minutos de que empezara la carrera y teniendo a todos los corredores al lado en su momento de máxima concentración. Para mí fue impresionante tener a ídolos como Jonathan Rea, Tom Sykes o el mismo Álvaro Bautista tan cerca… aunque siendo siempre prudente al tratarse de deportistas de esta talla y dejando trabajar en todo momento tanto a equipos como a la prensa.
La guinda del pastel fue cuando los encargados de guiarnos en esta experiencia nos llevaron delante de un box para poder presenciar toda la carrera desde el pitwall.
Para mí esa sensación fue indescriptible; ya no me sentía parte de la carrera: ERA PARTE DE LA CARRERA. Esa ubicación privilegiada nos daba derecho a ver a los pilotos pasar por la recta de meta a una velocidad altísima, aparte de tener acceso a toda la información con la que trabajan los equipos durante la carrera; sus gaps, mapas de la carrera en directo, adelantamientos, repeticiones…
FIN DE FIESTA
Una vez acabada la carrera y presenciada la victoria aplastante de Álvaro Bautista nos dirigimos por la recta de boxes hacia el acceso VIP del parque cerrado, dónde pilotos y mecánicos volvían a pasar extremadamente cerca de nosotros. Presenciamos el pódium en primera línea junto a mecánicos y prensa y después nos dirigimos a la VIP Lounge, donde nos esperaba una comida exquisita a base de diversas tapas como aperitivo, abundantes fuentes de excelente carne y pescado con guarnición y surtido de postres, todo esto acompañado de barra libre de vino, cerveza y/o refrescos.
Pero eso no es todo, ya que los pases VIP Lounge también incluyen el acceso a la sala donde se producen y emiten todas las imágenes para los diferentes medios de comunicación. Personalmente fue increíble descubrir cómo trabajan dentro de ese espacio tan reducido tantas personas a la vez, ya que requiere una tranquilidad y coordinación fuera de lo habitual.
Para terminar la jornada, tuvimos la oportunidad de montarnos en algunos de los safety cars conducidos por pilotos profesionales dando una vuelta completa al trazado.
Esta experiencia ponía punto y final a un primer día de muchísimas emociones para mí, ya que realmente vivimos una carrera desde dentro, prácticamente con la misma tensión -en el sentido positivo- que las estructuras oficiales del campeonato del Mundo de SuperBikes.
¡AÚN HAY MÁS!
Al empezar la jornada del domingo estaba en mi mente la certeza de que el domingo no sería un día tan espectacular como el primero… pero de nuevo me equivoqué. Repetimos el inicio del sábado con otro desayuno de lujo en el buffet de la VIP Lounge mientras presenciábamos los diferentes Warm-Up de las 3 categorías. Otra ventaja enorme de la VIP Lounge es la protección frente a las inclemencias climatológicas, ya que en esta jornada (y aunque finalmente no llovió durante las carreras) el viento era abrumador. En cualquier caso, con viento o sin él los pilotos de SBK, SuperSport y SuperSport 300 realizaron 4 carreras en total (2, 1 y 1 respectivamente; siendo la primera de SBK en formato sprint). Desde la terraza pudimos presenciar tanto la salida como los múltiples adelantamientos a final de recta de meta desde un ángulo idóneo para ambos escenarios de dichas carreras.
El rugir de los motores a escasos metros provocaba una inmersión total en la carrera y despertó una gran sensación de adrenalina…
Para acabar de vivir la experiencia del VIP Lounge de Motorland Aragón solo nos quedaba una cosa por hacer: el VIP Shuttle. Dicho de otra manera, la increíble oportunidad de disfrutar de una carrera dando una vuelta completa por el vial que rodea al circuito mientras las motos van pasando por las diferentes curvas. Fue apasionante vivir los últimos giros de la carrera final de SuperBikes viendo como los pilotos batallaban en todos los sectores ofreciéndonos plegadas impresionantes.
¡Este fin de semana en la VIP Lounge del circuito de Motorland Aragón ha resultado sencillamete increíble!
Las vivencias justifican de lejos la adquisición de estos pases para todo aficionado al mundo del motor y/o amante de las experiencias fuertes- Además, recomiendo vivirlo acompañado de alguna persona de confianza para maximizar el disfrute de los diferentes privilegios que te otorga este VIP Lounge.
¡Si te gustan las carreras, te gustan las superbikes y te gusta el buen ambiente, el VIP Lounge de Motorland Aragón tienes que vivirlo!
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