De cine: ¡la moto de la película-cómic Akira!

Akira es una película de dibujos animados dirigida por Katsuhiro Otomo y que se estrenó en 1988. Está basada en el personaje de cómic manga, del mismo nombre, creado también por Otomo. La producción costó 5,5 millones de dólares y en su época fue la película de anime más cara de la historia hasta ese momento.

Este trabajo se integra en lo que se conoce como “cyberpunk”. La acción se desarrolla en “Neo Tokio” y el cómic no solo logró una gran aceptación en Japón sino en todo el mundo. La moto de Shotaro Kaneda, personaje del cómic, es uno de los vehículos de ficción de dos ruedas más famosos de la historia.

La moto de la película Akira

Un atrevido japonés, que responde al nombre de Mr. Boys, ha decidido hacer realidad esta moto de ficción y para ello ha partido de una Yamaha Majesty 250. El artesano en cuestión trabaja como mecánico y especialista en soldaduras, una experiencia que le ha ayudado a la hora de crear lo que ves en estas imágenes sacadas de la página web japonesa young-machine.

“Desde que tenía 16 años he personalizado varias motos y también coches. Siempre me han interesado los vehículos de fantasía. Mi sueño era hacer la moto de Kaneda hasta que, por fin, me puse manos a la obra. Una de las señas de identidad de esta moto ha sido conseguir que el asiento sea lo más bajo posible, otro punto interesante es el carenado que cubre la suspensión delantera”, explicó el artista.

“Nací en 1990, así que no soy de la generación de la película, ¡pero recuerdo la impresión que me produjo cuando vi por primera vez la moto de Kaneda! El filme era muy original, con unas imágenes y una música muy potente”, continuó Mr. Boys.

“Todavía queda mucho por hacer, como el depósito y las pantallas acrílicas. Esperamos terminar la moto en octubre de 2022. Pero no es seguro, puede que tengamos problemas, a lo mejor algunas piezas no funcionan o que nos quedemos sin presupuesto. Desde luego la idea es acabar el proyecto en 2022. ¡Una vez que termine me gustaría probarla en una carretera con una recta infinita!”, concluyó este joven artesano japonés.