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0 No todas las motos tienen el atractivo de una Ducati 916… La Honda CX500 ha sido un patito feo, una moto que en su época pasó sin pena ni gloria, en parte debido a una estética poco agraciada. En el apartado técnico contaba con sofisticaciones (estamos hablando de una moto de principios de los 80) como la transmisión por cardan y un motor en V refrigerado por líquido. A pesar de no ser una cara bonita, sí que demostró su fiabilidad y en lugares como Londres fue una de las herramientas preferidas de los mensajeros.
Con el paso del tiempo la CX 500 ha ido teniendo cada vez más seguidores y algunos preparadores se han atrevido a interpretar esta moto, que siempre ha destacado por su enorme personalidad. En mi barrio hay una con matrícula francesa muy transformada que me parece bonita, aunque muchos aficionados seguirán pensando que este modelo es feo. Cuestión de gustos…
Honda CX500 Street Tracker
La unidad que ves en aquí salió en un reportaje de nuestros compañeros de bikeexif.com y ha sido transformada por el especialista estadounidense BJ English. “Es una moto muy versátil a la hora de transformarla. De alguna manera me recuerda a las Sportsters, no sobresale en nada pero lo hace todo de manera decente”, dijo el preparador.
“El cliente quería una moto muy personalizada que además fuese cómoda y fácil de pilotar. Cuando nos llegó la unidad estaba en muy mal estado, la habían empezado a personalizar pero de mala manera. Cuando fui a meter la moto en el garaje se partió la sección del asiento”, explicó BJ English. Uno de los mayores cambios ha sido el motor que se reemplazó por el de una Honda GL650 Silver Wing de 1983, además de rehacer el embrague con nuevos discos y muelles más duros. El radiador es el original pero se le añadió un ventilador más grande de procedencia Suzuki.
“En el banco dio una potencia de 61 CV a la rueda, lo que nos alegró mucho. La moto destaca por su par, tira desde abajo”, aseguró el preparador. La horquilla invertida y los dos discos Tokico que hay en el tren delantero proceden de una Suzuki GSX-R1000. Mientras que las polémicas ruedas Comstar originales han dado paso a unas de radios de 17 pulgadas calzadas con neumáticos Pirelli Diablo Rosso.
El dueño pidió una posición erguida en la moto por lo que se optó por un manillar Renthal 1 1/8” bastante elevado en el que se montaron unas piñas Domino. El cuadro de mandos es un pequeño panel digital Koso que va alojado detrás de la diminuta cúpula. La moto lleva unos espejos en los extremos del manillar que se quitaron antes de hacer estas fotos.
“El cliente y yo nos entendimos muy bien a la hora de elegir la decoración. Queríamos algo intemporal pero que también fuera típico de Honda. No queríamos llamar mucho la atención con logos y letras. Dibujé una versión del ala de la marca que se funde con la culata”, explicó BJ English. ¿Qué piensas? ¿Ha logrado este artesano convertir al patito feo en un bello cisne?
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