Algunas motos, no muchas, han supuesto un antes y un después en la historia. Como ejemplo podemos citar a la Honda CB750 de 1969, que es considerada en buena medida como la madre de las superbikes. No toda la historia ha sido escrita por la mayor marca del mundo pues Suzuki, un fabricante más pequeño que la compañía fundada por Soichiro Honda, también ha producido algunos modelos que se han ganado a pulso el adjetivo de históricos.
En 1985 apareció la primera Suzuki GSX-R750, un modelo que puso patas arriba el mercado con una receta bien sencilla: mucha potencia y poco peso. Algo más fácil de escribir que de lograr en un producto fabricado en serie. La ficha técnica de la primera GSX-R 750 dejaba claro que aquella moto era especial: tetracilíndrico en línea refrigerado por aire y aceite (SACS – Suzuki Advanced Cooling System) con 106 CV, chasis de aluminio y peso en seco de 176 kg.
Suzuki GSX-R 1100 de 1986
Un año más tarde, en 1986, Suzuki presentó la GSX-R 1100, más grande, rápida y potente. Al igual que su hermana pequeña utilizaba un tetracilíndrico (1052 cc) refrigerado por aire y aceite y un chasis de aluminio. Un cóctel que rendía una potencia de 128 CV con un peso en seco de 197 kg. Unas cuantas mentes calenturientas incluso se atrevieron a calzar motores de 1100 en chasis de 750 cc. Ambas GSX-R demostraron un axioma que no es fácil (económico) de seguir en el motociclismo: sin entrar en grandes disquisiciones técnicas sí que se puede decir que es más importante la ligereza que la potencia. Esto se puede entender bien con un claro ejemplo: imagínate corriendo los 100 metros libres y luego piensa qué marca lograrías en los 100 metros libres sin llevases una mochila con 30 kg a la espalda…
La importancia de estos modelos ha hecho que se conviertan en motos de colección, como esta Suzuki GSX-R 1100 de 1986 que se puede ver en la página web de iconicmotorbikeauctions.com y que está a la venta en California (EEUU). El vendedor asegura que se han realizado pequeñas reparaciones, sobre todo en el apartado eléctrico, para poner la Suzuki a punto. “La moto va bien pero el estado no es perfecto porque tiene unos cuantos arañazos, lo que tampoco es raro en una GSX-R que tiene 36 años”. En el momento de escribir estas líneas la puja alcanzaba los 3600 dólares (3421 euros). Una cifra modesta para un modelo histórico.
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