La relación entre los motociclistas y las autoridades a veces es, digamos, un poco difícil. Que levante la mano aquel que no se haya sentido perseguido de manera injusta simplemente por ir en moto. Un buen número de políticos no ven en la moto una de las soluciones a la movilidad, sino más bien lo contrario y así nos va.
El alcalde la ciudad de Nueva York, Eric Adams, tampoco parece ser muy favorable al empleo de la moto en la gran manzana. Este señor ha dado orden para que una apisonadora destruyera multitud de motos y quads. “Aquí, cerca de la Freedom Tower, vamos a liberar nuestras calles de estas máquinas de destrucción. Serán aplastadas hoy para que nunca más puedan volver a aterrorizar nuestra ciudad”, declaró el alcalde. Luego dio la orden y un bulldozer mandó al cielo de las motos a centenares de unidades que estaban tiradas en el suelo…
Nueva York: 900 motos pasadas por la piedra
Esta imagen dantesca no es nueva, sino que ya es casi tradición en los alcaldes de la ciudad de Nueva York, al menos en los últimos cinco años. Eric Adams aseguró que la policía había ya requisado 2000 motos de campo y quads ilegales, el doble que en la época de Mr. de Blasio, el anterior alcalde, ambos del partido demócrata.
El alcalde ha declarado la guerra a las motos off-road, quads, coches preparados y a todos los vehículos que sobrepasen los niveles de decibelios permitidos. Mr. Adams aseguró que su objetivo es que la ciudad regrese a tiempos pasados, donde había más seguridad y tranquilidad. El show de la destrucción de motos se celebra cada año pero la ciudad continúa con la misma inseguridad.
Aviso: este vídeo puede herir tu sensibilidad
“Cuando era joven me encantaba rodar con motos de off-road, por eso creo que es fundamental que haya lugares apropiados para su utilización pero lejos de donde vive la gente”, declaró el alcalde. En cambio, Joseph Middleton, un motorista de Harlem aseguró que: “no hay lugares destinados a la práctica del off-road, pero eso rodamos por la ciudad”. Albert Elkerson, otro aficionado, propuso que se acondicionase para ello el Floyd Bennett Field, un antiguo aeródromo al sur de Brooklyn pero las autoridades dijeron que “no era el lugar apropiado”. “No puedes tener una ciudad llena de motos de off-road y decir: ‘me da igual, lo que voy a hacer es detener a la gente’. No es una solución responsable y no va a servir para arreglar la situación”, comentó Albert Elkerson.
Cuando nos quejemos de nuestros políticos, podríamos consolarnos pensando en que podría ser todavía peor. Imagínate que tu alcalde/alcaldesa se empeñase en hacer de tu moto picadillo… Como se suele decir en estos casos: Virgencita, que me quede como estoy.
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