No queremos aquí pecar de apocalípticos pero es evidente que el mundo vive un momento crucial. Tras más de un siglo en el que la producción se ha basado en energías procedentes los combustibles fósiles, ha llegado el momento de cambiar a energías renovables. La tecnología no se detiene y los vehículos eléctricos son solo una consecuencia pero la disrupción va mucho más allá. El Parlamento Europeo ha ratificado la prohibición de coches con motores de combustión interna a partir de 2035. Con este panorama, ¿qué futuro tiene la moto deportiva?
Esta y otras candentes cuestiones fueron planteadas por nuestros colegas de young-machine.com a Toyoshi Nishida, director ejecutivo de Yamaha Motor Co. Ltd., quien explicó así sus inicios en la marca de los diapasones: “Desde siempre me han gustado las motos y eso no ha cambiado. Cuando era estudiante, más que los motores me interesaba el diseño. Cuando me fichó Yamaha mi deseo era diseñar una moto que fuese manejable. Uno de mis primeros encargos fue hacer la parte trasera de la FZR1000. Luego me volqué en la YZF750R y GTS1000. A finales de 1995 me dijeron: ‘Vas a hacer la YZF-R1’. He trabajado en ese modelo (y en la YZF-R6) hasta la versión de 2009”.
Yamaha: el futuro de la moto deportiva
La protección del medio natural y de la vida lleva aparejado medidas cada vez más duras en el campo de las emisiones. Yamaha es una compañía comprometida con la ecología por lo que nuestros compañeros japoneses le preguntaron a Nishida-san, ¿qué impacto tendría todo esto en el futuro de los motores? “No vamos a ignorar nuestro compromiso con la neutralidad de carbono. Dicho esto, habrá modelos eléctricos e híbridos pero las motos deportivas con motores de explosión no van a desaparecer pronto. Incluso en 2050, si el 90% de las motos son eléctricas, el otro 10% usará propulsores convencionales. En los vehículos de dos ruedas el problema actual es que las baterías ocupan mucho espacio, algo que no importa en un coche”.
“En Asia los scooter y motos para los trayectos urbanos serán eléctricos. La falta de autonomía se suplirá con una eficaz infraestructura de carga. Además, también se podrá recargar las baterías en los hogares. Por otro lado, esperamos mejoras en la densidad de la baterías. No veo que en mercados como Europa, EEUU o Japón, los aficionados cambien de la noche a la mañana a la tecnología eléctrica. Uno de los placeres de esta vida es viajar en moto, algo que por ahora no se puede hacer con las baterías actuales. Hay situaciones en las que sí tiene sentido el empleo de una moto deportiva eléctrica, por ejemplo en el campo. Yamaha está muy concienciada en la conservación del medio ambiente”.
Parece que los expertos tampoco se ponen de acuerdo sobre si el futuro será los combustibles sintéticos, el hidrógeno o la electricidad… Nishida-san no se arrugó ante una pregunta tan importante: “El hidrógeno a presión es muy inflamable, por lo que es un tema de seguridad que hay que tener en cuenta. Creo que los e-fuel (carburantes sintéticos) tienen más futuro. Deberíamos preocuparnos si no tuviésemos alternativas al motor de combustión interna pero por fortuna no es así, hay otras opciones”, afirmó el experto japonés.
“En el futuro en MotoGP también se utilizará un combustible neutro en carbono. A partir de 2024, el 40% no estará derivado de combustibles fósiles y de 2027 en adelante el 100% del combustible no vendrá del petróleo. A medida que mejore la tecnología de los motores y el desarrollo de los carburantes, aumentará el empleo de e-fuel en los vehículos comerciales. En el Mundial no habrá emisiones de CO2, las prestaciones podrían caer en un principio pero la tecnología acabará superando los problemas. Las competiciones nos ayudan a mejorar, a desarrollar nuestros recursos humanos. Luego podremos transferir lo que hemos aprendido a las motos de calle. Entre los productos de serie y las MotoGP cada vez hay más paralelismo, por ejemplo en lo que respecta al análisis y a la simulación por ordenador. Hay algunos aspectos del desarrollo de los productos de serie que están más avanzados que MotoGP”.
“Las leyes de la física atañen de la misma manera a los modelos de calle que de competición. En vez de hacer ambos desarrollos por separado, es mejor tener una visión amplia y colaborar en la medida de lo posible. Gran parte del equipo que en 2015 desarrolló la Yamaha YZR-R1 de calle había trabajado en el YZR-M1 de MotoGP. Tuve la oportunidad de rodar con la moto de carreras en la pista de pruebas de Fukuroi y era más fácil de pilotar que la de calle, solo que corría mucho más. Aunque tuve dificultades con los slicks y los frenos de carbono porque tienes que calentarlos bien para que funcionen”.
Preguntado sobre el futuro, Toyoshi Nishida comentó que: “El cambio seamless (sin cortes) ha supuesto un enorme avance en el mundo de la mecánica. Si los combustibles sintéticos permiten que el motor de combustión sobreviva, seguiremos evolucionando este tipo de caja de cambios. Cuando la comunicación de vehículo a vehículo se convierta en una realidad contribuirá a mejorar la seguridad. Además, se automatizarán los frenos y las suspensiones. El futuro no está tan lejos…”.
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