La página web chinamotorworld.com ha publicado un interesante reportaje sobre las exportaciones de vehículos eléctricos del país asiático. En 2021 China vendió en el extranjero 22,9 millones de unidades por un valor aproximado de 5193 millones de euros. Estas cifras tienen en cuenta tanto motos y scooter como bicicletas eléctricas.
Norteamérica sigue siendo el mayor mercado de las exportaciones de vehículos eléctricos chinos de dos ruedas. En 2021 el país asiático vendió allí 9,9 millones de unidades. La segunda plaza fue para Europa (7,6 millones), por delante de Asia (3,8 millones), e Iberoamérica (859 000).
Los vehículos eléctricos chinos conquistan el mundo
Cabe destacar que las exportaciones en 2021 a Tailandia se incrementaron en casi un 200% en solo un año. Desde 2020 el país asiático grava con menos impuestos a las motos que emiten valores inferiores de CO2. Este cambio ha creado una gran demanda en cuanto a unidades eléctricas. En realidad se han juntado varios factores para que explote la demanda de vehículos eléctricos en buena parte del mundo: la apuesta por la movilidad ecológica, el interés de los consumidores más jóvenes por esos productos, la implementación de la digitalización en los vehículos, y el fenómeno de las motos y bicis eléctricas compartidas (bike sharing). Por otra parte, a medida que se estabilice la cadena de suministro aumentará la producción de unidades.
La gigantesca compañía Yadea, junto con otras cinco empresas, ha invertido en Shanghai Shensilicon Semiconductor Co. Ltd. con el objetivo de integrar la tecnología de la inteligencia artificial en la industria de la fabricación de motocicletas eléctricas, para así mejorar sus productos y ofrecer una experiencia más satisfactoria a los clientes.
Las previsiones de las exportaciones de motos eléctricas chinas para la temporada 2022 apuntan a que aumentarán de forma sustancial las unidades vendidas en Indonesia (un mercado de 5 millones de unidades anuales). La imparable tendencia hacia la neutralidad de carbono o huella de carbono cero supondrá un incentivo más en el desarrollo de los vehículos eléctricos de dos ruedas. Todo esto significa que la demanda se mantendrá estable o incluso aumentará, al igual que la calidad de los productos.
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