Tras la reciente modificación de la Ley de Seguridad Vial que, entre otras cosas, eliminó el margen de seguridad para adelantamientos (esos 20 km/h extra puntuales), la siniestralidad en España ha subido. La DGT, incapaz de asumir errores propios, rectificar y centrarse en medidas y controles que sí mejoren la seguridad, sigue echando la culpa de los accidentes a los conductores… En nuestro caso, incluso dedicará una nueva flota de “motos camufladas” para detectar infractores sobre dos ruedas.
DGT: 34 motos camufladas
A primeros de julio la DGT anunciaba que ponía en marcha una “prueba piloto” con 34 motos camufladas. Serán motos sin identificar (colores y matrícula normales) conducidas por agentes de la Guardia Civil (lástima que les usen y no les escuchen), no sabemos si vestidos de uniforme o no. Según la red de usuarios SocialDrive han empezado usando motos BMW R 1150 RT y Honda ST 1300 PanEuropean, vestidos de uniforme, en las pruebas por carreteras gallegas, aunque las 34 anunciadas podrían ser de otro tipo y, como decimos, ser conducidas por agentes de paisano.
Se moverán por carreteras o zonas con más siniestralidad entre motoristas, especialmente vías secundarias, para perseguir comportamientos inseguros y evitar accidentes. Somos los primeros en querer reducir esos más de 200 fallecidos en accidentes de moto que lamentamos en 2021, y ojalá esta medida ayude a evitar accidentes, pero la propia DGT haría bien en escuchar sin ir más lejos a sus propios agentes (sin presiones), en contacto con el tráfico real, los accidentes y sus causas, para mejorar la seguridad vial. El estado de las carreteras va a peor, la señalización igual, y eliminar el margen de seguridad para adelantar en vías secundarias tampoco parece haber ayudado mucho.
Estas motos “camufladas” patrullarán más en fines de semana (momentos de más movimiento de motos) y se suman a nuevas campañas de control de velocidad que habrá durante el verano. Habrá en las carreteras más radares móviles, y también en autovías y autopistas donde este año hay un repunte en siniestralidad. Hasta eso ha conseguido la política vial de la DGT: hacer inseguras las vías más seguras… Además recordemos los 780 radares fijos, cuyo número aumentará próximamente (son un buen negocio recaudatorio y no iban a dejar de instalar más), los radares de tramo (92 ya en el país) y los 12 helicópteros o los 39 drones.
No estamos seguros de si seguiremos viendo radares móviles portátiles dada la polémica desatada en algún caso, pero recuerda que también las policías locales cuentan con ellos cuando circules por poblaciones. Pese a que estas campañas suelen dar resultados escasos, será bueno ser prudente al manillar este verano por nuestra propia seguridad ante todo. Y a ver si otras medidas que podrían ser efectivas, como el mayor castigo al uso del móvil al volante (que tantos sustos y disgustos nos cuesta a los motoristas), o la peligrosa mezcla de alcohol y conducción, se persiguen y castigan como merecen. Eso si que sería “por nuestra seguridad”.
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