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0 Galfer, la histórica marca española de frenos, ha lanzado las nuevas pastillas de freno racing G1310. En esta empresa hay una parte pasional muy importante y la historia de esta gran marca española de frenos, no es la excepción. Conozcámosla un poco mejor.
Una gran historia
Todo comienza en 1952, cuando la familia Milesi se viene de Italia a Cataluña y funda Industrias Galfer S.A. dedicada a la fabricación de forros de freno de tambor y discos de embrague. Inmediatamente se convierte en suministrador de SEAT, la Sociedad Española de Automoviles fundada apenas un par de años antes por el desaparecido Instituto Nacional de Industria (INI). También comienzan a trabajar con otra fábrica española, especializada principalmente en vehículos pesados, suministrándoles forros y zapatas de freno, para los camiones Pegaso.
Pero los Milesi, como buenos italianos de la época, llevaban las motos en la sangre, son forofos de MV Agusta, Moto Guzzi, Benelli, Mondial, Morini… y contactan con la marca española Sanglas para fabricarles forros de freno de tambor de altas prestaciones.
En 1960 comienzan a fabricar pastillas para los primeros frenos de disco, que empieza a equipar el Seat 124. En los años ’70 la dirección de Galfer pasa a la segunda generación de los Milesi que continúan con el mismo espíritu de desarrollo e innovación. Empiezan a incorporar en sus ferodos mezclas con fibras de arámidas sustituyendo una parte del amianto empleado hasta entonces. En los ’80 producen para Ducati Mototrans las primeras pastillas de freno para moto y crean un catálogo con 45 referencias para surtir a la mayoría de motos con discos de freno, en dos compuestos oro y plata, para una utilización más deportiva o turística. En los ’90 eliminan totalmente el amianto en la fabricación de los componentes de frenado.
La empresa se expande y fundan Galfer USA en California, desarrollan y fabrican las primeras pastillas de freno de disco para bicicletas y los primeros frenos de disco en acero inoxidable con la patente Disc Wave para Europa y USA. En el 2000 crean y registran la patente de disco periférico y comienzan con la investigación, desarrollo y producción de las pastillas con metal sinterizado. En el 2010 instauran el sistema de calidad ISO/TS 16649 y en el 2020 alcanzan el certificado de calidad ECE R90 para las pastillas de freno Galfer y desarrollan el nuevo Disc CUBIQ para motos deportivas y customizadas.
Y en su 70 aniversario, también han presentado una nueva gama de pastillas de freno especialmente pensadas para motos de competición en una utilización intensiva, son las G1310.
La fiesta del 70 Aniversario
Galfer tenía preparada una auténtica fiesta para la prensa europea convocada en su moderna fábrica de Granollers. Empezamos con una presentación de la empresa y su trayectoria a cargo de la dirección y luego intervinieron los distintos departamentos de marketing, investigación y desarrollo, diseño y producción. Continuamos con una visita guiada por cada uno de estos departamentos, donde me impactó especialmente la zona de test de producto de resistencia y fatiga de materiales.
Es alucinante cómo se llega a poner un disco de freno al rojo-blanco y cómo recupera temperatura sin deformarse para repetir la operación una serie de veces y de esta forma comprobar su absoluta fiabilidad. Muy interesante también la zona de mezclas de compuestos para cada tipo de pastilla (en proporciones secretas), el prensado y cocido del ferodo con su unión al soporte metálico que conforma la pastilla. Y el departamento de diseño, donde vimos prototipos de discos de freno, tanto de moto como de bici, que todavía no han salido al mercado.
Las pruebas
Al término de la visita a la fábrica nos trasladamos al hotel que teníamos reservado en Sallent y tras un ligero descanso, continuamos la fiesta en el karting de esa población, donde teníamos preparadas una serie de “pitbikes” equipadas con frenos Galfer naturalmente. Nos ponemos el “mono de trabajo” y tras unas vueltas de reconocimiento al circuito y una manga de entrenos, prepararon una divertida carrera entre los periodistas europeos y nacionales convocados, unos veinte en total, que formamos una parrilla de salida bastante decente.
Evidentemente un servidor era el más veterano de todos, pero tengo que reconocer que, a pesar de los años, mi instinto de piloto sigue ahí y ni siquiera noto que esté ligeramente aletargado. No tuve mucha suerte con mi posición en la parrilla de salida, pero en la tercera o cuarta vuelta ya estaba con el grupo de cabeza.
Después de unos cuantos duelos fráncamente divertidos y disputados, me puse al mando de las operaciones. Quedaba una vuelta y media para el final, tenía a mis rivales controlados y pensaba que tenía la victoria en el bote, en esto que mi moto empieza a fallar y en cuatro o cinco curvas, se ahoga y se para. ¡¡Me he quedado sin gasolina!!, ¡¡me cago en todo..!! Bueno, a pesar de este contratiempo, fue una jornada divertidísima.
Al día siguiente nos llevaron ya a “un circuito de verdad”, el Parcmotor de Castellolí, y allí en su revirado, técnico y bacheado asfalto, pudimos probar (esta vez sin carreras) las excelencias de las nuevas pastillas de competición G1310. Para ello había a nuestra disposición un buen plantel de motos deportivas, Honda CBR 600 RR, Kawasaki ZX10R, Yamaha R1, BMW S 1000RR, KTM Super Duke 1290, Kawasaki Z 900…
Pasamos una jornada divertida, pues además contábamos con la presencia de algunos de los pilotos de la marca, de los de antes y de los de ahora, como Marco Melandri que en la actualidad compite en E-bikes de montaña y otros en activo como Lorenzo Bardasarri, Gabi Rodrigo, Bo Bensneyder, Ana Carrasco, David Muñoz…
Solo me resta dar la enhorabuena a Galfer por su longevo aniversario y que sigan trabajando, investigando e innovando, con la fe y el entusiasmo que han demostrado a lo largo de toda su historia.
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