La Yamaha RD400 solo se fabricó en 1976 y 1979 pero dejó su impronta en el motociclismo, al menos en el corazón de algunos… Era una evolución de la RD350 y en 1980 dio paso a la RD350LC de 1980, un modelo que sí conocemos muchos aficionados, en especial aquellos que hemos pasado la cincuentena…
Los compañeros de bikeexif.com han presentado esta 427 Tracker que, aunque no lo parezca, empezó su vida siendo una Yamaha RD400. Me repito como el ajo pero lo diré una vez más, la estética es algo subjetivo por lo que intento medir mis palabras cuando hablo de la estampa de una moto. Por otra parte, ¿quién quiere una moto fea? En mi caso los colores Yamaha América siempre me han fascinado. Tengo una chaqueta de cuero de hace tres décadas con esa decoración y nunca he entendido por qué Yamaha no usa más esta decoración en sus modelos. Sí, hubo XSR900 y 700 con el speed blocks (bloques de velocidad) pero poco más…
Street tracker basada en la Yamaha RD400
La maravilla que ves aquí nos viene de Ontario (Canadá), es el resultado del trabajo de la compañía Smyth Innovations y ha sido bautizada con el nombre de 427 Tracker. Cam Smyth es un diseñador industrial que lleva 10 años transformando motos y, visto lo visto, da la impresión de que sabe lo que hace.
El preparador se encontró con un cliente que no tenía una Yamaha RD400 de 1976, ¡sino cuatro! La idea era utilizarlas para hacer una restauración y una street tracker. Mientras trabajaba en el proyecto, Cam Smyth se enteró de la existencia del Dream Build Off, un concurso online de preparaciones organizado por Roland Sands Design y Geico Motorcycle. Por lo que no se lo pensó dos veces y participó con la RD street tracker.
El subchasis es de nueva factura y tiene las tubos donde irían las tapas laterales de la RD400 original. La horquilla procede de una Suzuki GSX-R600 de 2006 con protecciones de KTM. En cuanto al manillar, se han montado puños Renthal, manetas Brembo y una instrumentación Koso. Para poder utilizar las ruedas de 19 pulgadas hubo que optar por un largo basculante de aluminio. La fluidez estética, que empieza en el largo y rectangular depósito original, se consiguió gracias al empleo de un pequeño asiento y colín con las mismas formas angulares. El faro va escondido detrás de una placa portanúmeros con el objetivo de dar una imagen que recuerda a las motos que se emplean en las competiciones de flat track.
La 427 Tracker no ganó el concurso Dream Build Off pero ello no quita que estemos ante un trabajo excepcional que ha sabido jugar con la iconografía de las 2T de Yamaha y las motos empleadas en las competiciones de flat track.
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