El mayor fabricante del mundo siempre ha sido consciente de su estatus de número 1, e incluso los responsables de la marca, al referirse a Yamaha, en alguna ocasión han declarado que: “los príncipes son impetuosos pero es a los reyes a los que no les puede temblar el pulso…”. Honda en 1969 sorprendió con la CB750 (la primera superbike), aunque luego Kawasaki quiso subírsele a las barbas con la fabulosa Z1, un modelo más rápido y potente que la “siete y medio” del ala dorada.
Para volver a poner las cosas en orden, en 1979 Honda se sacó de la manga la CBX1000, un pedazo de moto con un fenomenal propulsor de seis cilindros. Aunque no fue la primera moto de serie con un sexacilíndrico (vaya palabrita…), un honor que le corresponde a la Benelli 750 Sei de 1972. El fabricante japonés ya tenía experiencia con este tipo de configuración de motor, después de haber creado en 1966 la RC166, ¡una moto de carreras de 6 cilindros para solamente 250 cc!
Honda CBX1000 de 1979 ¡con 6 cilindros!
Las cifras de la CBX1000 era mayúsculas: 1047 cc, 24 válvulas, 6 carburadores, 105 CV y 216 km/h. Lo que la convirtió en la moto de serie más rápida del mundo… hasta la llegada de la Suzuki GS1100 Katana. El motor sexacilíndrico no era precisamente un prodigio en lo que se refería al consumo (había que alimentar a seis cilindros) pero su suavidad y sonido se hicieron legendarios. A pesar de ello, no fue un modelo que gozase del favor del público, en parte por su peso en seco de 272 kg en orden de marcha. La parte ciclo, por su parte, tampoco era ninguna maravilla… eran otros tiempos. Ahora, un juego de neumáticos modernos y unas suspensiones de calidad transforman por completo a la CBX1000 para convertirla en una gran clásica.
La unidad que ves aquí la subasta iconicmotorbikeauctions.com. El actual dueño adquirió la moto en febrero de 2017 y desde entonces solo ha recorrido unos 800 km. El cuentakilómetros marca 18 891 millas (30 402 km) y para la venta se le ha dado un repaso general, aunque el tensor de la cadena de la distribución necesita una puesta a punto. Un par de amortiguadores Öhlins se encargan de mantener en orden la parte trasera de la bestia. En el momento de escribir estas líneas la puja iba por 6600 dólares (euros) un precio más que atractivo para un icónico modelo Honda de seis cilindros…
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