Eleveit es una marca joven pero que tiene detrás una larga trayectoria y experiencia en la fabricación de prendas para moto, principalmente en calzado tanto Off-Road como On-Road. Para conocer un poco más de la historia y planes de futuro nos sentamos con Ivo Zanatta, quien nos habla de su pasado en otras marcas y de su pasión por el Enduro.
Ivo Zanatta
¿Quién es Ivo Zanatta?
Nací el 28 de abril de 1960 en Suiza pero a los 4 años mi familia se trasladó a Italia y comencé mis estudios. A los 16 años tuve mi primera moto, una Puch de 125 cc que me duró sólo 1 mes y medio ya que se me gripó el motor en una carrera regional. Cuando terminé mis estudios, mi padre Giuliano Zanatta me envió a Inglaterra durante un año para aprender el idioma y a mi regreso empecé a trabajar en la empresa familiar, Jollyscarpe, que fabricaba botas de moto para las marcas italianas y europeas más famosas. Seguí corriendo en enduro, en 1996 gané el primer título italiano y participé en algunas carreras del mundial.
Antes de Eleveit creaste otras marcas ¿Cómo nacieron Oxtar y TCX?
En 1999 fundé, junto con mi padre Giuliano Zanatta, Jolly Scarpe Safety, una rama de la empresa especializada en la fabricación de calzado para la seguridad laboral, el ejército y los bomberos. Al principio producíamos calzado para otras empresas de motos y mi idea era empezar a producir nuestro propio producto. En el año 2000 nació Oxtar, que en pocos años se convirtió en el líder del mercado europeo de calzado para moto. Pero tuvimos que cambiar el nombre y pasamos de Oxtar a TCX y la transición, aunque fue rápida y bien gestionada, no fue un paseo porque tuvimos que cambiar moldes, envases y vender toda una colección con la marca Oxtar. En 2006 decidimos vender la empresa TCX, que fue adquirida por un fondo de inversión, y durante muchos años me aparté del mundo del calzado aunque siempre me mantuve dentro del mundo de las motos.
¿Cuándo se creó la marca Eleveit?
Después de vender la empresa TCX me había quedado en el mundo de las dos ruedas, durante unos años había abierto un concesionario Yamaha y tenía un equipo que hacía el mundial de enduro pero echaba mucho de menos el mundo del calzado y en 2018 decidí volver a la carga. Así nació Eleveit.
¿Por qué se creó?
Sinceramente, porque dentro de mí la llama sigue ardiendo con fuerza, la pasión por el mundo de las dos ruedas es inmensa y producir calzado de alto nivel para los motoristas me llena. Fabricar una bota técnica de carretera y off-road no es fácil, se necesita mucha experiencia, habilidad, conocimientos y mucho dinero; pero cuando ves que uno de tus productos es apreciado por el usuario final, compensa los esfuerzos para hacer ese producto.
¿Cuáles son los valores diferenciales de Eleveit?
Lo primero y más importante es la experiencia en la elaboración de un producto de alta calidad. Además, los productos de Eleveit se caracterizan por un diseño único. Obviamente, el primer elemento es que todos nuestros productos cuentan con la certificación CE, lo que significa que se someten a duras pruebas de resistencia y protección para garantizar la total seguridad del consumidor final.
¿Qué acogida tiene Eleveit en el mercado español?
En España empezamos este año con un gran distribuidor y hace unos meses concluimos con la cadena de tiendas en España Offline/Online. Motorius y su red de tiendas están haciendo un gran trabajo y las ventas van muy bien, estamos muy contentos y satisfechos.
¿Cuál es el producto más vendido?
Los modelos más vendidos son los de nuestra línea Urban, las zapatillas que son adecuadas para el uso diario en moto. Eleveit también es especialmente fuerte en el sector Off-Road, que representa el 25% de las ventas. Mucho. Y también estamos trabajando duro en el segmento Trail con muchos tipos de botas, desde las más técnicas de estilo enduro hasta las más adecuadas para los viajes largos, y en el próximo Salón de Milán verás otras interesantes novedades.
¿Cuál es el porcentaje de ventas entre los productos Off-Road y On-Road?
75 % en carretera – 25 % todo terreno.
En la actualidad, la gama se compone de botas y equipamiento Off-Road. ¿Puede adelantarnos algunas de las novedades para 2023?
La gama Eleveit se centra en el desarrollo de calzado, sólo para el off-road se ha desarrollado una línea de ropa de motocross y enduro que fue inmediatamente muy popular en el mercado, pero el enfoque de la empresa sigue siendo el calzado.
Para 2023 hay muchas novedades, la bota X-Legend se ofrecerá en nuevas y llamativas variantes de color y con mejoras también a nivel técnico. Se lanzará una versión especial del modelo X-Tarmac, que contará con una suela diseñada para la práctica del enduro y el enduro extremo.
La línea de ropa off-road también se renovará tanto en el aspecto gráfico como en el técnico. Y también tenemos algunas novedades en las categorías On-Off, la colección 2023 es muy interesante la verdad que tenemos muchas ganas de presentarla al público.
¿Estará Eleveit presente en EICMA este año?
Sí y estamos situados en la misma posición que el año pasado, junto a Yamaha. Incluso en la edición de 2021 estuvimos presentes cuando muchos fabricantes y marcas de motos decidieron no estar, creímos en EICMA como una oportunidad para hacer negocio y dar a conocer nuestra marca a los aficionados.
El año pasado muchas empresas no se presentaron en el Salón EICMA de Milán, ¿por qué estuvo Eleveit?
Para nosotros era importante estar en el EICMA porque, como marca “joven”, este evento es sin duda el más importante para presentarnos al mercado. Fue un éxito increíble, con una afluencia de gente de dentro y de público que no esperábamos.
Vemos que sigue compitiendo: ¿las carreras son adictivas?
Desde que empecé a correr en 1986, nunca he dejado de hacerlo. Mis dos amores son el enduro y el supermotard. De 1986 a 1999 corrí en enduro y luego me pasé al supermotard de 2000 a 2005. Durante esos años participé en varias carreras, incluso internacionales, pero cuando organicé el evento Oxtar Day en en el karting de con todos los pilotos oficiales de Oxtar como Andrea Dovizioso, Troy Bayliss, Frederic Bolley, Boris Chambon, Max Manzo, los hermanos Chereyre, Max Gazzarata y muchos otros, correr junto a estos campeones fue inolvidable. Desde 2006, cuando vendí la marca TCX, empecé de nuevo con el enduro y sigo participando en todas las carreras de los grandes campeonatos italianos y en otras competiciones.
¿De dónde viene su pasión por el motociclismo?
No es una broma, pero me viene de mi profesora de primaria. Era la hermana de Luigino Melardo, ganador de varios campeonatos europeos de enduro y de los Seis Días en los años 70, corrió con los legendarios Taiocchi y Marinoni, y casi todos los días iba con ella a ver las copas, los trofeos y las motos dentro del concesionario Puch de Luigino Melardo en Montebelluna. Cuando crecí y empecé a participar en las primeras competiciones regionales y nacionales de enduro, solía ir a entrenar con Luigino Melardo, quien, por supuesto, no sólo me apasionó por las motos y las carreras de enduro, sino que se convirtió en mi ídolo y seguimos siendo muy buenos amigos.
¿Cuál es su próximo reto competitivo?
Ganar el campeonato italiano de Enduro Master, no he podido ganar el título desde hace unos años por culpa de días de mala suerte, rotura de la moto o lo que sea. Así que mi objetivo es ganar este título.
¿Cuál ha sido la carrera más difícil que has disputado?
Sin duda, la más difícil los Seis días de Cerdeña en 2013. Esa edición fue durísima, fue en Cerdeña una isla maravillosa por el mar pero también para los que amamos las carreras de enduro, es un verdadero paraíso. Mi equipo y yo íbamos bien preparados, pero las etapas especiales eran difíciles, largas y polvorientas, además hizo mucho calor. Pero la carrera más dura que corrí fue el Rally de Merzouga, en 2011, nunca había corrido en el desierto y la arena y ni siquiera podía leer el libro de ruta y aun así gané la carrera.
¿Y la carrera que guardas mejor recuerdo?
En la última carrera del Campeonato Italiano Junior de Enduro, en 1996, lideraba la clasificación provisional y un octavo puesto me bastaba para ganar el título. Iba firmemente en la tercera posición cuando en la última curva, de la última especial en una curva cerrada golpeé un poste y se rompió la palanca de cambio. Me entró pánico, la moto se quedó en punto muerto y tuve que empujar durante 50 metros cuesta arriba… Llegué agotado al final de la especial, bajé del tercero al octavo puesto en la carrera, pero fue suficiente para ganar el título italiano.
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