En 1983 se fundó Buell Motorcycle y un año más tarde se fabricó la primera unidad. Desde 1985 y hasta 1992, Erik Buell tenía un negocio dedicado a vender piezas para competición además de trabajar como consultor para marcas como Yamaha. Al mismo tiempo continuaba siendo la fuerza detrás de Buell Motorcycle, una marca minoritaria que producía modelos deportivos propulsados por motores Harley-Davidson. En 1998, cuando ya se habían fabricado más de 20 000 unidades, Erik Buell vendió a H-D el 49% de la Buell Motorcycle Company.
Erik Buell es un emprendedor por excelencia y ahora ha lanzado la marca FUELL (una especie de juego de palabras con la palabra inglesa fuel (carburante) pero con la LL de Buell -su apellido-). El primer modelo se llama Fllow (del inglés flow – fluir).
Erik Buell quiere volver con una moto eléctrica
En la ciberpágina de la marca podemos leer: “Fllow ofrece las características prácticas de un scooter (tiene hueco) pero se comporta y tiene la apariencia de una moto de mediana cilindrada. Es ágil para moverse por el tráfico y acelera como una superbike. En la ciudad tiene una autonomía de más de 240 km y es fácil de conducir gracias a su bajo centro de gravedad”. Parece que una valoración tan positiva quizá no es totalmente objetiva viniendo del mismo fabricante pero también es cierto que Erik Buell ha demostrado en el pasado que no es un charlatán, sino un verdadero empresario.
Buell asegura que con su montura no sufriremos lo que los sajones llaman range anxiety (angustia por quedarnos tirados con la batería descargada). La Fllow emplea una batería de 10 kW que, siempre según cifras oficiales, permitiría una utilización en un uso urbano medio durante una semana (24 km diarios) sin tener que recargar la batería. El sistema CCS admite la utilización de cargadores rápidos, lo que supone llenar la batería en 30 minutos.
El motor, como suele ser habitual, va integrado en la rueda trasera, mientras que la batería hace las veces de chasis. No falta la capacidad de regenerar algo de carga en las frenadas, el poder contar con dos modos de motor (Urban y Audacious, este último quizá inspirado en el modo Ludicrous de los Tesla). El conjunto se completa con una cámara delante y otra detrás. El proyecto está en sus comienzos y habrá que ver si realmente la Fllow llega a las tiendas pero es de agradecer que Erik Buell nos siga sorprendiendo.
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