La Aprilia RS250 llegó al mercado en 1994 como una réplica de carreras de las motos con las que la marca de Noale competía (y la mayor parte de las veces ganaba) en el Mundial de 250. La unidad de competición se llamaba RSW250 y con ella lograron campeonatos del mundo pilotos como Max Biaggi, Loris Capirossi, Valentino Rossi, Marco Melandri, Manuel Poggiali o Jorge Lorenzo.
No queremos caer en la hipérbole pero nos atreveríamos a decir que la Aprilia RS250 fue el último ejemplar de una época. Nos referimos a los tiempos en los que el Mundial todavía no se llamaba MotoGP y no había máquinas más avanzadas desde el punto de vista de la competición que las 500 2T de Doohan, Crivillé y compañía.
Moto de ensueño: Aprilia RS250, la moto de Biaggi y Lorenzo
El motor de la Aprilia RS250 procedía en realidad de la Suzuki RGV250, se trataba de un bicilíndrico en V de 2T con una cilindrada de 249 cc provisto de admisión por láminas, válvula de escape, cambio tipo casete y chasis de aluminio. A lo que había que sumar la horquilla invertida, el basculante tipo banana y los frenos Brembo con pinzas de cuatro pistones. Todo ello con un único objetivo: ser lo más eficaz posible en pista, e incluso poder fardar con el cohete de Noale en alguna discoteca…
El V-twin respiraba a través de los mismos carburadores utilizados en la Suzuki RGV250, unos Mikuni de 34 mm de compuerta plana. Aprilia diseñó la cámara de explosión, el airbox, los escapes, y la ECU, entre otros apartados. Unos cambios que dieron algo más de empuje a medio régimen a la RS250.
La joya de la corona de la Aprilia RS250 es su chasis, derivado de la unidad de carreras. Un doble viga en aluminio pulido con un basculante tipo banana en el que se podía ajustar la altura. La parte ciclo se complementaba con una horquilla invertida Marzocchi de 41 mm y un amortiguador Sachs, ambos regulables en compresión y extensión.
La Aprilia RS250 recibió una considerable puesta al día en 1998 y se fabricó hasta el año 2004. A pesar de que han pasado casi 20 años (ya sabes, de acuerdo con el tango, “20 años no es nada”), la pequeña-gran hi-sport continúa en el candelero. Casi podríamos decir que se ha convertido en una moto de culto.
El ejemplo que ves aquí pertenece a Ahbi, uno de los socios de la compañía de subastas iconicmotorbikeauctions.com. El motor original gripó en 2001 por falta de aceite y el dueño de aquella época adquirió uno nuevo. La moto se vende con los dos propulsores (el bueno y el gripado). Se estima que la Aprilia RS250 tiene unos 12 000 km y se vendió por 12 518 dólares (11 817 euros), una migajas si consideramos que con esta montura podríamos soñar con ser Capirossi apurándole la frenada a Harada.
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