Hay una fecha marcada por todas las mujeres que aman las dos ruedas: 1915. En ese año, Della Crewe se convirtió en la primera mujer en conseguir el carné de moto en todo el mundo. Los motores arrancaron para hacer ver que esta pasión la podían disfrutar todos, sin importar el género. Della Crewe hizo historia, pues también recorrió más de 8.000 kilómetros por todos los Estados Unidos en su Harley-Davidson junto a su perro. Desde entonces, la historia de las motos se escribe también con las mujeres como protagonistas.
La importancia de las mujeres en la comunidad motera
Actualmente, España cuenta con más de 24 millones de mujeres, de las que más del 20% conducen motos, según la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR). Un dato que sigue lejano del 50% pero que en los últimos años se ha visto incrementado exponencialmente respecto a los números que antes se contaban. La empresa tecnológica española, KOMOBI, dedicada al desarrollo de productos de seguridad y localización para las motos y moteros, ha charlado con sus embajadoras femeninas más importantes, UnaMoteraCualquiera, Encinetti y FfuriousGirl para conocer qué piensan ellas sobre el mundo motero.
Años antes de la pandemia, solo 1 de cada 10 motos eran conducidas por mujeres, según la DGT. Por lo que, actualmente el dato va en aumento y cada vez son más las mujeres que escriben la historia de las motos. Encinetti toma la palabra porque lo tiene muy claro: “No hay nada como el vínculo emocional que se crea entre tú y tu moto”. En cambio, Ffurious Girl hace memoria de la primera vez que estuvo encima de la moto “hace bastantes años que me subí a una moto, fue un flechazo, un amor a primera vista la verdad, y me encantó la sensación de libertad que te ofrece. Además, ese amor entre todos los moteros me parece algo super bonito, así que en su momento di el paso, me lancé y creo que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida”. Por su parte, Una Motera Cualquiera nos acerca su verdad ya que para ella a “todos nos gustan las motos incluso antes de gustarnos, ya que estéticamente son muy bonitas. Sin embargo, el momento en el que te enamoras de ella es cuando te subes a la moto y desconectas de todo”.
Para que esta situación se dé, son muchas las generaciones de mujeres que han seguido disfrutando de la libertad de ir en moto, superando todos los obstáculos que se les ha ido imponiendo injustamente.
La razón por la que amas el mundo de las motos: las personas
¿Por qué recomendarías subirse a una moto a una amiga? En la vida no estamos para perder el tiempo, así que “yo recomiendo a todo el mundo subirse a una moto porque esa primera vez es la que te va a hacer el clic y te vas a dar cuenta de que llevas años de tiempo perdido sin probar la sensación de montar en moto”, comenta sin tapujos, la embajadora de KOMOBI, Una Motera.
A los que nos gustan las motos sabemos muy bien a lo que se refiere Ffurious “sería esa sensación de subirse a la moto tal cual, aquí no lo puedo definir con palabras ya que únicamente aquellos que se han subido a una moto pueden saber a lo que me refiero”.
Todo el mundo tendrá una situación o experiencia que le haya cambiado la vida, pero las embajadoras del localizador GPS de referencia en España, KOMOBI, lo tienen muy claro. “Me quedaría con las personas: mi pareja, mis mejores amigos… los he conocido gracias a las motos y he disfrutado de esta experiencia junto a ellos”, sentencia Ffurious.
Sin embargo, para muchas personas su moto es algo más que un mero medio de transporte, ya que esta pasión consigue desconectar y cambiar el estado de ánimo de muchos moteros y moteras. El caso que lo ejemplifica a la perfección es el de Una Motera: “Para mí es imposible quedarme con una persona. Gracias al mundo de las motos me he podido rodear de grandes personas, y he vivido experiencias brutales. Cada día es una nueva ventura, una nueva experiencia y es imposible quedarme con alguien o algo ya que las motos me han dado mi vida”.
Viniendo de KOMOBI es imposible que no hubiese alguna pregunta relacionada con la seguridad, y es que para montar en moto es clave poder sentirse con confianza a la hora de arrancar la moto. “Lo que me hace sentirme más segura encima de la moto es la experiencia que he podido recabar en estos cuatro años que llevo conduciendo y lo segundo que resaltaría sería KOMOBI y su funcionalidad de KOMOBI LIFE, ya que sé que nunca voy a ir sola en la moto ni va a estar sola mi moto en la calle. Esto es algo imprescindible para mi tranquilidad y para poder disfrutar de mi pasión”.
Se debe disfrutar encima de la moto, pero siempre hay que conocer los peligros que conlleva esta pasión “A mí me hace sentirme segura mi propia cabeza. Es decir, soy yo la que gestionó mi locura transitoria y soy muy consciente de que encima de la moto hay que tener mucho cuidado porque vida solamente hay una. En circuito sí que me gusta explorar mis límites, pero en la calle voy segura porque soy yo quien marca los límites, por eso me cuesta mucho ir de paquete porque no soy yo quien va a los mandos”.
Actualmente vemos a la comunidad motera como un lugar sin discriminación de géneros, y en el que cada vez hay más las mujeres que viven con pasión la sensación de volar sobre el asfalto. Sin embargo, sigue habiendo una corriente dentro de la comunidad que casi que obliga a sentir la moto de la forma en la que la sienten ellos.
Las respuestas de las embajadoras de KOMOBI son el claro reflejo de lo que siente la comunidad motera en este sentido. “Hay que ser más abiertos de mente y creo que hay que escuchar la experiencia de todos los moteros pero en especial de aquellos que han hecho más kilómetros que nosotros”, explica Encinetti. Algo más contundente es FfuriousGirl al respecto “para todos aquellos que dicen que solo hay una manera de disfrutar encima de la moto yo les diría que no, que cada uno tiene su ritmo y que antes de correr hay que saber andar y todo tiene su proceso. Si hay algo que no queréis hacer no lo hagáis, tan sencillo como eso, no tienes porqué ponerte a la altura de los demás ya que tienes que ir como más cómoda te sientas. Nadie tiene la potestad de criticar o juzgar al compañero de al lado”.
Al final, las motos son como la vida misma, hay millones de forma de vivirla y todas son correctas siempre y cuando lo hagas con una sonrisa en la boca. “Para disfrutar del mundo de las motos no hay una forma válida. Tú puedes ir a 300 en un circuito y explorar esa adrenalina, puedes ir a 70 en una carretera disfrutando de las curvas y el paisaje. Tú puedes simplemente ir a por el pan o a tomarte un refresco con tus amigos y disfrutar de la moto. Para disfrutar de la moto no necesitas tener una moto grande, solo necesitas arrancar y listo”, acaba la charla con esa sonrisa en la boca que hablamos Una Motera Cualquiera.
Está claro que el mundo de las motos, cada vez más, no tiene géneros y para que eso sea posible, deben existir mujeres valientes que amen a esta comunidad de la única manera posible: con pasión y fuerza.
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