Los expertos (al menos muchos de ellos) advierten de que cada vez estamos más cerca de que las máquinas sean más inteligentes que nosotros (habrá quien diga que, según qué caso, eso no es tan difícil). Una vez alcancemos ese punto es posible que estemos frente a “un antes y un después” en la vida del ser humano. ¿Cuándo se programará una máquina a sí misma? ¿Podrá llegar a “sufrir” o sentir “felicidad” un sistema de IA (inteligencia artificial)? ¿Llegará un momento en el que desconectar una máquina sea como matar un ser vivo?
Confesamos que estos temas nos fascinan pero no tenemos ni la más remota idea al respecto. Lo que sí podemos decir es que Yamaha acaba de fundar en Estados Unidos el Yamaha Motor Exploratory Fund, L.P. II, un fondo a 10 años financiado por la empresa con una dotación de 100 millones de dólares (93,2 millones de euros) para explorar nuevas tecnologías. La marca quiere invertir en empresas tecnológicas y para ello ha creado lo que se denomina Yamaha Motor Ventures (YMV), que desde 2015 opera en el famoso Silicon Valley (EEUU).
Yamaha: 100 millones de dólares para la moto del futuro
Uno de los objetivos de la compañía Yamaha Motor Ventures (YMV) es “mover a las personas y a las mercancías por todo el mundo” y para ello invierte en “startups” que considera interesantes. Los campos de mayor interés para Yamaha son: automatización, robótica, análisis de datos e IA (inteligencia artificial).
Ya vimos lo que Yamaha fue capaz de hacer con su Motobot, un robot que podía llevar una Yamaha R1 en un circuito sin ningún tipo de ayuda externa. Algo que en su momento pareció de ciencia ficción. O el prototipo de la moto que no se caía en parado. Al paso que se va desarrollando la IA cuesta imaginar qué veremos en los próximos años, aunque nosotros seguimos prefiriendo ir a los mandos…
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