BMW patenta un sistema de cámaras en los espejos

George Orwell escribió sobre un futuro distópico en su famosa novela “1984”, donde el personaje “Gran Hermano” veía casi todo lo que hacían los indefensos ciudadanos. No sé si nuestro presente es tan triste (espero que no) pero la realidad es que nuestras grandes (y no tan grandes) ciudades están llenas de cámaras que casi todo lo ven. El siguiente paso ha consistido en poner cámaras en los coches y, cómo no, en las motos.

Ahora ha salido a la luz que BMW Motorrad ha patentado un sistema para montar cámaras en los espejos de sus motos. La mayor novedad es que el fabricante alemán no se ha limitado a poner un cámara delante (como hacen otras marcas) sino dos (una en cada espejo). Lo que proporciona mucha más información, igual que en el caso de un ser vivo con dos ojos, al combinar la información de ambos se obtiene una imagen “con perspectiva y profundidad de campo”. Lo que permite, entre otras cosas, saber con mayor precisión a qué distancia está el objeto que tenemos delante.

Cámaras en los espejos

Esta tecnología ya se emplea en el mundo del automóvil, por ejemplo para controlar de manera automática la intensidad de las luces “largas”. Algo que encontramos en la Kawasaki Ninja H2 SX SE 2023. El sistema Matrix LED permite “apagar” algunos diodos a voluntad para bajar la intensidad del haz de luz y no “cegar” al conductor del vehículo que viene en dirección contraria. En la actualidad BMW ofrece esta tecnología en algunos de sus coches, por lo que a la hora de aplicarla en las motos no partiría de cero.

Por otra parte, las cámaras permiten recoger mucha información que sirve de apoyo para sistemas de ayuda a la conducción como el control de crucero, el asistente de frenada de emergencia o un sistema que prevenga ante el inminente peligro de colisión. La tecnología permite explorar múltiples avenidas. Incluso se podría prescindir de los espejos que serían reemplazados por cámaras que mostrarían lo que ocurre a espaldas del motociclista.

Para bien o para mal, parece que el tiempo va a dar la razón a George Orwell, vamos a vivir rodeados de cámaras y pantallas, de hecho, ya lo hacemos.