¡Qué decir de este modelo que no se haya dicho ya! El mayor constructor del mundo a lo largo de su ya dilata historia ha creado algunos modelos de carreras (y de calle) excepcionales: NR500, NS250, NS500, NSR500, RC45, NR750 y, por supuesto, la VFR750R, más conocida como RC30 (el código de fábrica del modelo).
La Honda VFR750R empleaba un propulsor tetracilíndrico en V, la configuración fetiche de la compañía del ala. Ya desde los inicios, Soichiro Honda quiso siempre demostrar que su motores eran los más potentes, rápidos y fiables. El Mundial de Superbikes reemplazó al campeonato de TTF1 en 1988 y la marca sacó este modelo con el objetivo de que fuese una moto de carreras matriculable y pudiese optar a la victoria en el nuevo Mundial de motos derivadas de serie.
Honda RC30 Bol d’Or de 1988 con 685 km
Primero se vendió en Japón, luego en Europa y más tarde En Estados Unidos. La versión deslimitada entregaba 112 CV. En 1990 Honda ya había ganado con la VFR750R RC30 los dos primeros Mundiales de SBK y varias carreras del TT de la Isla de Man (una prueba en la que el fabricante siempre ha mostrado mucho interés).
finales de los años 80 la marca japonesa alcanzó un nivel muy alto en lo que a competencia tecnológica se refiere. La compañía quizá en aquella época estaba más dirigida por ingenieros que por economistas. Para estos últimos los números económicos eran lo más importante, mientras que los primeros invertían todo lo que podían en los departamentos de I+D para ofrecer al público motos como la RC30. Así, a nadie debe extrañar que este modelo se haya convertido en uno de los preferidos de los coleccionistas. A la pregunta de si nos gustaría ser los orgullosos propietarios de una Honda VFR750R podríamos responder con preguntas cómo: ¿Es el Papa católico? ¡Claro que sí! A falta de cerrarse la subasta tiene pinta que pasará de los 30.000 euros, eso sí…
El modelo que ves aquí es la versión Bol d’Or, exclusiva para el mercado francés. Seguro que conoces esta clásica prueba de 24 horas que forma parte del FIM EWC (El Mundial de Resistencia). La unidad en cuestión la vende la compañía de subastas de Santa Mónica (California – EEUU) iconicmotorbikeauctions.com. Viene con el motor full power, los típicos faros dobles y las pegatinas Bol d’Or (Copa -tazón- de Oro en francés). Por lo visto esta versión cuenta con una ligera modificación en el chasis, aunque fundido en el mismo molde que el de la RC30 normal.
El cuentakilómetros solo marca 685 km. Antes de subastarla, los responsables de Iconic Motorbike le cambiaron el aceite y los retenes de la horquilla, los colectores de admisión, la junta tórica de la bomba de agua y la válvula de combustible. Además de limpiar y sincronizar los carburadores, reemplazar el aceite y el filtro, los hidráulicos y el líquido refrigerante y revisar la cadena.
Si buscas desesperadamente una Honda RC30 casi a estrenar, este ejemplar te podría interesar. Pensamos que sería una adición emblemática a cualquier colección, incluso podría constituir una maravillosa colección por sí sola.
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