Eddie Lawson (California, 1958) durante su carrera profesional fue un piloto volcado en su trabajo y que formó parte de la época dorada del motociclismo estadounidense con Roberts, Spencer, Schwantz y Rainey. Su estilo limpio y efectivo le hacía parecer que iba parado y su poca paciencia lo convirtió en una pesadilla para los periodistas que tuvieron que lidiar con él. Otro vaquero al igual que King Kenny, Lawson brilló en una época en la que había menos consejeros de imagen y las redes sociales no existían.
Su calidad como piloto quedó patente cuando en 1988 se bajó como campeón del mundo de la Yamaha Marlboro Agostini para al año siguiente coronarse de nuevo, pero esta vez con una montura completamente nueva para él, la Honda Rothmans Kanemoto.
Dinero
“Por supuesto, lo que nosotros ganamos en nuestra época no tiene comparación con el dinero que se maneja hoy en día. Pero me acuerdo que Kel Carruthers (campeón del mundo de 250 cc en 1969 y mentor de King Kenny) se quejaba de que él no había ganado nada en comparación con nosotros. Todo es relativo, nos pagaron bien de acuerdo con aquella época”.
MotoGP
“Siempre veo las carreras y lo disfruto, es un buen espectáculo. Hoy en día siguen mucho a la F1 y tienen que investigar cada acción. Que si un piloto ha sobrepasado el límite de la pista… Nosotros no teníamos nada de eso, simplemente nos dedicábamos a correr, por eso se les llama carreras. Podías chocar con un rival y alguien se iba al suelo, esas cosas ocurren en las carreras. Dicho lo cual, el espectáculo es bueno”.
La época de las 500
“Fue una era increíble. Las 500 eran unas motos irrepetibles. La época de la MV Agusta, anterior a la nuestra, pues sí, sonaban muy bien pero no estoy seguro de que hubiese querido correr con esa moto. Ahora es todo lo contrario con tanta electrónica: control de tracción, de caballito… Las 500 tenían una banda de potencia de 3000 rpm. El mecánico y el piloto se lo tenían que currar todo: el desarrollo, la suspensión… No había telemetría, el piloto era el que tenía que poner la moto a punto”.
Pilotaje
“Era muy difícil venir de la categoría de 250 o del Mundial de Superbike y ponerte a pilotar una 500. Unos cuantos tipos lo consiguieron pero no así la mayoría. Creo que hoy puedes pasar de Moto3 a MotoGP y estar ahí, pero los mejores siempre van a destacar. Necesitabas un año para aprender a pilotar una 500, me da igual si tu nombre es Kevin Schwantz, Wayne Rainey, Gardner, Doohan, a todos nos llevó un año aprender a pilotar la 500. Yo pensaba que estaba preparado para pilotar una 500, pero la primera vez que la probé me cagué en los pantalones. Hoy puedes aprender a pilotar una moto en una sesión de entrenamiento”.
La razón del cambio a Honda
“Ago (Agostini) me dijo: ‘Marlboro me ha disminuido el presupuesto y no te puedo pagar lo que te pagué el año pasado cuando ganamos el Mundial’. Fui a Lausana, al cuartel general de Phillip Morris y les pregunté por qué habían disminuido el presupuesto para Agostini. Me miraron y contestaron: ‘Le hemos doblado el presupuesto’. Así que me fui a Honda, me alegro de haberlo hecho porque trabajar con Erv (Kanemoto) fue una gran experiencia. La Honda era completamente diferente pero era una buena moto, a pesar de que Doohan y Gardner hablaban mal de ella. En 15 carreras hicieron 13 chasis, así de duro trabajaron”.
Cagiva
“En 1991 estaba ya preparado para retirarme, llevaba 10 años corriendo, viajando de aeropuerto en aeropuerto, ya había tenido suficiente. Claudio Castiglioni me preguntó qué haría falta para que fichase por Cagiva, le dije que un montón de dinero y que estuviesen dispuesto a hacer de todo por mejorar la moto. En lo que se refiere a los viajes me convencieron porque tenían un helicóptero en el aeropuerto de Los Ángeles que luego me llevaba a mi casa. El motor era muy pesado y no tenía mucha potencia en bajos y medios, pero fuimos mejorando la moto”.
¿Por qué se caía tan poco?
“¡Odio el dolor! No sé si eso viene de mis comienzos en el dirt track, siempre quise mantenerme encima de la moto y llegar hasta la caída de la bandera a cuadros. Quería ser dulce en mi conducción pero no fue una cosa que la pensase mucho. Hay tipos que los ves haciendo contorsionismo y parece que van a tope y luego te das cuentas por los tiempos por vuelta que son lentos. Siempre me pareció un elogio cuando me decían: ‘parece que vas parado’, en especial si yo había ganado”. De ahí le vino su sobrenombre de Steady Eddie (Eddie el constante).
¿Por qué nunca ha tenido un equipo?
“Es algo que tengo muy claro, eso no es para mí. Hay demasiados llorones por ahí, no los aguantaría. Hay gente que hace sirve para eso, es muy probable que yo abriese la boca en el momento equivocado”.
Wayne Rainey
“Creo que él tenía 7 u 8 años y yo 10 u 11 cuando empezamos a correr en el sur de California. Soy un par de años mayor por eso yo siempre estaba en una categoría superior. Luego competimos en dirt track, hicimos un millón de carreras por el sur de California. Éramos como hermanos”.
El futuro del motociclismo
“Es difícil de predecir, parece que va a ser eléctrico. Las generaciones futuras no van a echar de menos el olor y el sonido pero los viejos como yo vamos a echar de menos el olor y el sonido de las motos de competición. Bueno, da igual porque nosotros pronto haremos el check out (de esta vida)”.
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