Rossi no puede esconderse

Valentino Rossi sigue con su discurso con el que llegó a Silverstone; un titular sacado de contexto que se ha traducido en la mayor mentira del fin de semana del Gran Premio de Gran Bretaña: “Rossi renuncia a la lucha por su décimo título”. Vamos por partes, porque nos enfrentamos a uno de los episodios de contaminación colectiva de la información más divertidos de los últimos tiempos.

Para empezar, y sin echar demasiado lejos la vista atrás, justo en el inicio de esta misma temporada de MotoGP, recordemos una breve y a la vez demoledora frase de apenas tres palabras: “Necesitamos un milagro”; dijo. Y Qatar se convertía en el Portal de Belén en los cuatro días que separaron el último test de la primera carrera. O sea, que no es la primera vez que Valentino tira de de disfraz de cordero, mientras su mirada sigue siendo la del mismo lobo hambriento. Viejo lobo, puede ser; pero eso solamente le lleva a gestionar de una manera realista su hambre de victoria.

Para seguir, analicemos el contexto de las palabras de Valentino. En ningún caso está diciendo que renuncie al objetivo del título; sino que renuncia a estar pensando en él en este momento del año; centrándose en lo que le obsesiona, que es la diferencia de puntos y, sobre todo, con quién tiene esa diferencia de puntos. Todos los pilotos de MotoGP han visto que Marc Márquez ha vuelto a su mejor versión. Y a la más agresiva; Maverick Viñales un sábado en Alemania y Andrea Dovizioso un domingo en Austria. Que el piloto de Cervera flojee o cometa un error grave es, para el de Tavullia, un imposible metafísico. Pero, en el fondo más oscuro de su corazón de piloto, sabe que puede suceder.

Valentino Rossi lo que quiere, sobre todo, es quitarse presión de encima. Por supuesto que está obsesionado con la décima corona. Y con superar el récord de victorias de Agostini, también; aunque lo niega cada vez que gana una carrera más y le recuerdan que puede alcanzarle. Lo que quiere, además, Valentino, es trasladar esa presión a Iwata. A Yamaha ya le pasó esto el año pasado y no quiere que vuelva a suceder. Los resultados del viernes, siendo el segundo piloto más rápido cuando en otros viernes estaba el 18, es revelador: el test de Misano ha funcionado y tanto él como Maverick Viñales están preparados para pelear la victoria en Silverstone. Que, para Valentino, es en lo que toca pensar, ahora mismo.