Sugerencias de equipo, órdenes de sentido común

Y ahora, la sucesión de hechos:
Lorenzo lidera con un segundo de ventaja sobre Dovizioso. Ducati le manda el famoso mensaje que quedará para la historia: “suggested mapping 8”. Andrea caza a Jorge en una vuelta. El #99 resbala en la curva 15, hace una “salvada” digna de las de Márquez; y Dovizioso le pasa. El resto de la carrera Jorge renuncia a la pelea y deja un espacio suficiente para que su compañero de equipo pueda irse largo un par de veces en la 15 y ganar la carrera sin oposición. Estoy hablando de lo que se ha visto en la pista, no de lo que han declarado los protagonistas.

Jorge Lorenzo no ha regalado hoy ninguna victoria; ha renunciado, por sentido común, a pelear por una gloria efímera en la penúltima carrera de un año en el que él ya no se juega nada. Porque su oponente ante la bandera de cuadros era un candidato al título, y además su compañero de equipo. Lo que ha hecho Lorenzo este domingo en el GP de Malasia es cumplir con las “reglas de oro” no escritas de este deporte.

Las órdenes de equipo no existen en MotoGP en la misma medida que en las competiciones de cuatro ruedas (no sólo la F1, también las hemos visto en el Dakar) porque, sencillamente, no se pueden implementar como tales órdenes, sino como “sugerencias que deben ser atendidas y serán en el futuro, premiadas”. Así ha funcionado siempre. Y Jorge Lorenzo ha ganado en Ducati mucho más crédito que el que le puedan dar después de tres victorias consecutivas.

En los equipos de automovilismo las órdenes las tienen firmadas por contrato. En las escuderías de motociclismo es un mundo más difuso; y tiene que ver con las relaciones de respeto que rara vez se quiebran en este paddock. Un detalle: de lo acontecido en el GP de Malasia, la inmensa mayoría de pilotos dicen que Lorenzo ha hecho lo correcto y ni uno solo ha dicho que haya hecho nada malo o antideportivo. Y por supuesto nadie resta un ápice de mérito a la grandiosa carrera que Andrea Dovizioso ha ganado. Y en cualquier caso, cuidado con sentar cátedra sobre este debate de una manera muy radical, parroquia: en quince días podremos estar en una situación muy parecida a la de Sepang, en Cheste. Y el resultado puede ser muy diferente al de este domingo: así de maravilloso, también por imprevisible, es el motociclismo.