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0 Hace tiempo que la afición había tirado la toalla con una posible recuperación del nivel de Dani Pedrosa en MotoGP. Michelin era el culpable oficial de una situación que parecía no tener arreglo posible. Pero, como viene sucediendo en el mundial de los grandes premios en los últimos tiempos, nada está escrito y todo puede suceder, cada vez que salen las motos a pista.
Sepang es la caja de Pandora. Si llueve, jarrea y no drena. Si pega el sol a saco, la pista se pone por encima de los cincuenta grados. Las gomas blandas están funcionando y aguantando sesiones enteras, para algunos; como Andrea Dovizioso: los montará para la carrera, solamente le vale ganar este domingo.
La pole de Dani Pedrosa redime a Michelin, o por lo menos desmonta las teorías condenatorias que ponen la carga de la prueba siempre en torno a una cosa redonda y negra. No es justo. El trabajo del equipo es determinante, escuchen a Maverick Viñales. La clave está en el trabajo del equipo con este tipo de gomas, de rango limitado, eso es cierto; y el cuadro técnico de Dani ha dado en el clavo ya de buena mañana, en el FP3, este sábado. Y, cuando desaparecen los problemas, el piloto con el pilotaje más depurado de la parrilla de MotoGP nunca falla. Eso hizo, ganando la pole, Dani Pedrosa: acertar mejor que nadie.
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