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Andrea Iannone es uno de los pilotos de motoGP que en 2017 quizá haya podido quedar por detrás de lo que se esperaba de él, por decirlo de manera diplomática. Andrea Iannone analiza varios de los motivos que tuvieron detonante en esta temporada tan frustrante, y como ha sido la experiencia de entrar en una marca nueva.
Andrea Iannone comienza en el Team Suzuki Ecstar en 2017, con unos comienzos relativamente aceptables, complejos, pero a la orden de lo que se espera tras alguien que viene de otra marca y otra fábrica. El problema fue adquiriendo una prolongada sombra a lo largo de la temporada, finalizando 13º en la clasificación general, eclipsada puntualmente por un 4º puesto en Motegui, pero con una media de resultados más bajos de lo esperados.
“Cuando probé por primera vez la GSX-RR en el test de Valencia del año pasado, mis sensaciones eran muy buenas y todo el equipo pensó que podíamos conseguir buenos resultados. Desafortunadamente, eso no ocurrió. Aunque la primera carrera en Qatar fue buena, empezamos a sufrir un poco y me costó mucho tiempo adaptarme a la Suzuki” – declara Andrea Iannone sobre los primeros meses de la temporada en Suzuki, más agobiado que Don Quijote en un parque eólico.
Andrea Iannone comenta cómo lograron rehacerse para las carreras donde sí obtuvieron buenos resultados: “Llegamos a tener mucha frustración, pero incluso en los tiempos más oscuros nunca cambiamos nuestra fe en el trabajo duro”.
Otro de los problemas, o aspectos que no ayudaron en la rápida adaptación por parte del piloto de Vasto, fue la similar llegada de su jefe técnico: “Mi jefe técnico, Marco Rigamonti, y yo éramos nuevos en Suzuki, lo que significa que tuvimos que empezar desde cero a conocer la moto y la filosofía de trabajo de una fábrica japonesa”.
“Cada equipo de MotoGP es diferente y cuando vienes de estar muchos años en un ambiente específico es complicado cambiar tu forma de afrontar el trabajo y los problemas. Cuando el tiempo pasa aprendes a confiar en tus compañeros y aprovechas la ventaja del gran número de cosas que te pueden explicar y enseñar sobre la moto”, reconoce Andrea Iannone.
Andrea Iannone ya está pensando en el 2018, con su posición en Suzuki bien adaptada, y con la confianza de todo su equipo, tanto por su parte como por la del equipo, encaran la nueva temporada con todos los ingredientes necesarios adquiridos en la etapa final de la temporada 2017: “Finalmente, en Brno y en Aragón llegaron algunas soluciones técnicas que confirmaron lo que creíamos. Encontramos los errores y 2018 empezó a estar más claro después de eso. Esto vino gracias al trabajo en equipo, que es la clave”.
Por otro lado, su compañero de equipo, Alex Rins, también ha sufrido bastante, aunque en su caso, la mayor parte de las bajas puntuaciones se han debido a varias lesiones. A pesar de ello, vuelve más fuerte y con muchas cosas aprendidas para este 2018, donde además cuentan con los privilegios de las concesiones técnicas y posibilidad de desarrollar el motor durante la temporada, debido la falta de resultados.
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