Harley Davidson ha sido la primera compañia norteamericana en izar la “bandera blanca” en la guerra de aranceles abierta por Donald Trump entre Estados Unidos y la Unión Europea. Trump en Twitter ha acusado la mítica marca de Milwaukee de cobardes y les ha recordado que podrán seguir vendiendo sus productos dentro de Estados Unidos sin tasas. Pero Harley Davidson es conocedora de que no puede perder las ventas de sus motos dentro de la Unión Europea, que si se aplican los aranceles que ha impuesto Europa en respuesta a la política de importaciones de productos europeos en Estados Unidos de Donald Trump, sus vehículos se verán encarecidos unos 2.000 dólares, un precio que no podrían repercutir en el usuario final y que tendría que asumir la propia Motor Company.
La solución está en fabricar fuera de Estados Unidos, un recurso que llevan aplicando desde hace muchos años otras grandes norteamericanas como Apple, y que les supondría no tener que exportar sus motos desde Estados Unidos. Harley se vería obligada, de esta forma, a montar una factoría presumiblemente en algún país asiático o dentro de la propia Unión Europea; anuncio que al presidente Trump no le ha gustado lo más mínimo.
Para Harley Davidson Europa es su segundo gran mercado, por detrás de las ventas locales en Estados Unidos. En 2017 vendió en Europa unas 40.000 motos y dentro de su catálogo tiene motos 100 por cien orientadas hacia los gustos europeos, una serie que comenzón con las XR 1200 y que ha continuado con las Harley Davidson Street Rod.
Harley Davidson afronta su 115 aniversario dentro de una crisis
Harley Davidson no tenía entre sus planes derivar producción fuera de las fronteras de Estados Unidos. Recientemente ha tenido que hacer frente a una crisis que le ha supuesto que tuvieran que desmontar su fábrica de Kansas. Las ventas de sus motos cayeron en 2017 un 6,7 por ciento en todo el mundo, y un 8,5 por ciento dentro del mercado local norteamericano. La fábrica de Kansas daba trabajo a 800 empleados.
Por otro lado, Harley Davidson en 2018 ha revisado en profundidad su catáloto de productos, dejando de producir sus exclusivas VRod y uniendo la gama de las Dyna a las Softail. Decisiones muy acertadas a la hora de afrontar unos tiempos algo menos favorables. Pero sin duda, con lo que no contaba la marca de Milwaukee era con esta guerra comercial que para muchos no tiene sentido.
Trump penalizó con un 25 por ciento a las importaciones de aluminio de la Unión Europea y del 10 por ciento del acero, medida a la que la Unión Europea reaccionó poniendo un arancel especial a una lista de productos que se importan desde Estados Unidos y que suponen un valor de 3.200 millones de dólares. Estados Unidos volvió a reaccionar que si no se desmonta el arancel del 10 por ciento que implica las importaciones de vehiculos norteamericanos a Europa, aplicará una tarifa aduanera del 20 por ciento a los vehiculos europeos que se importen en Estados Unidos; ahora esta tarifa es del 2,5 por ciento.
Average Rating