Rodar en grupo como un perfecto caballero…

1-Adáptate al ritmo del más lento. Nadie nace enseñado y no hay sensación más descorazonadora que ver como los mismos amigos que te han invitado a rodar con ellos te dejan atrás sin hacerte caso. Es injusta porque se supone que es una salida entre amigos moteros para pasarlo bien, no una carrera. Y es peligrosa porque puede obligar a nuestro compañero más retrasado a ir por encima de sus límites intentando estar a nuestra altura.

2-Dale relevos al líder. Siempre, en todas las salidas, hay alguien que asume el papel de líder del grupo. Bien porque es quien mejor conoce la ruta a seguir o, simplemente, porque así ha sido desde siempre y nadie lo cuestiona. Está bien tener un referente fiable del que ponerse a rueda… pero éste también se cansa. Pactad antes de la salida alguna señal que permita cogerle el relevo cada cierto kilometraje.

3-Avisa a los demás. Liderar el grupo no quiere decir solamente estar el primero para que te sigan los demás sino preocuparse por quienes van detrás. La expresión máxima de esta labor de liderazgo es el ir avisando a los demás de posibles objetos en la calzada, problemas de pavimento o circunstancias del tráfico que puedan poner en riesgo la integridad del grupo.

4-Comparte información. Cada vez hay más apps y más terminales de GPS específicamente diseñados para la moto y que son una verdadera fuente de información útil en ruta. Quizás algún compañero del grupo no tiene la suerte de poseerla o de disponer de esa tecnologÍa… pero eso no ha de significar ser egoísta. Es verdad que los moteros solemos ser muy nuestros a la hora de hablar de rutas preferidas o rincones “secretos” pero compartir es siempre rodar más a gusto.

5-No des lecciones… ni las recibas. La salida de fin de semana entre amigos es justamente eso; el pretexto para rodar en moto juntos, darse el gustazo de una comida entre risas y pasar un buen rato compartiendo una pasión común. No es momento para demostrarle a nadie cuánto sabes ni tampoco para pedirle a nadie que te de lecciones. Por supuesto que siempre hay momento para un buen consejo… pero no le jorobes la fiesta a alguien que ha salido a relajarse obligándole a dar clases de conducción.

6-Se sincero cuando no veas algo claro. Callarse por no dar la nota o por no parecer un aguafiestas puede costar muy caro cuando se trata de estar en la carretera. Si hay algo relacionado con la seguridad y el buen ambiente que no nos gusta -desde la actitud de unos de los integrantes del grupo hasta la dificultad excesiva de la ruta- hay que expresárselo a los demás porque puede que haya alguien que esté igual y sólo espera a que otra persona “rompa el hielo”. Insisto: una salida dominguera se hace siempre y sobre todo para pasarlo bien. Si hay tensión por algún motivo… ya no cumple su función.

7-Respeta los horarios. Es día de fiesta y muy posible que a ti te de igual llegar a las 10 que a las 12… pero quizás alguien en el grupo no esté en la misma circunstancia y esté restando horas a la familia o al sueño para compartir ese rato de carretera con los colegas. Es una cuestión de elemental respeto ser puntual y ajustarse a los horarios previstos. Si se quedó que se llegaba a casa a las 16… se llega a las 16 por mucho que sea una pena no desviarse unos kilómetros a la vuelta para ver en un momentito ese rincón que te hacía tanta ilusión.

8-No fuerces situaciones. No insistas una y otra vez en traerte a ese amigo que no tiene con quien salir si ves que a tus colegas no les hace gracia. Por supuesto que se trata de hacer amigos con la moto y seguro que ya habrá momento para ello… pero nunca hay que olvidar que las salidas moteras son una de esas cosas puras y duras “de clan” y siempre hay a quien le cuesta más que a otros “abrir la puerta”. Naturalidad y que la integración salga sin forzarla.

9-Lo que pasa en el grupo se queda en el grupo. Y no me refiero a secretos de alcoba o confidencias entre colegas… que también… sino a que hay que tener mucho cuidado con lo que se dice y se muestra en las redes sociales sobre nuestras salidas. Puede que no te dieras cuenta en su momento pero tu go-pro ha inmortalizado a tu amigo cometiendo una imprudencia o un error que puede ponerle en evidencia si la cosa empieza a circular.

10-No improvises. Ni en el cómo ni en el cuándo… ni siquiera en el menú del restaurante. La improvisación es el camino más corto a la desorganización… y la desorganización al descontrol y la falta de seguridad. Lideres o no lideres el grupo, se hace aquello en lo que se ha quedado… en la moto y fuera de ella. Si se había dejado claro que se repostaba en tal o cual gasolinera, probablemente tus compañeros cuentan ya con esa parada para repostar y no tienen porqué estar pendientes de que a ti justamente ahora ya no te vaya bien.