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0 Lo que podía parecer impensable hace una década es ya una realidad. Las motos japonesas llegarán a Europa con un tipo de arancel mínimo, gracias al acuerdo alcanzado por la Unión Europea y el gobierno nipón hace apenas una semana. La consecuencia práctica del denominado “Japan Europe Free Trade Agreement (JEFTA) es que a partir del año que viene las motos japonesas que se vendan en nuestro mercado -entendiendo como tal el europeo- lo harán a precios más económicos que pueden llegar a representar, en algunos casos, un ahorro de casi mil euros.
La eliminación de los aranceles queda dijada en el 8% para las motos de menos de 250cc y del 6% para las que sean superiores a esa cilindrada. Por lo que hace los accesorios, sus impuestos de importación del 3,7% sobre la tarifa irán desapareciendo paulatinamente en los próximos cinco años. Transcurrido ese periodo la comision bilateral se compromete a llevar a cabo un estudio de cara a rebajarlos todavía más. Y por supuesto también los vehículos y productos motociclistas europeos exportados a Japón quedarán exentos de aranceles en idénticas condiciones, con lo que se abre una interesante puerta para las marcas del sector.
Evidentemente y más allá de otras consideraciones estrictamente en clave de mercado motociclista, lo que se esconde detrás de una decisión de tal calado es la dura respuesta de la UE a la guerra comercial provocada por la Administración Trump y la nada sutil intención de presionar a las marcas americanas de motos y en especial a Harley-Davidson. La casa de Milwaukee se enfrenta por tanto a una situación complicada; o fabrica fuera de su país y asume las consecuencias “patrioticas” o corre el riesgo de perder cuota en el Viejo Continente frente a marcas japonesas y, no las olvidemos tampoco, frente a las europeas “Premium” como BMW, Ducati, Triumph, Moto-Guzzi, MV-Agusta, etc…
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