Triunfó la cordura gracias a la mayoría de los pilotos. Pero por el camino se perdió mucho prestigio, estirando una jornada absurda donde miles de personas en un circuito y millones en la tele esperaban a que, en Inglaterra, dejara de llover. Las instituciones que gobiernan MotoGP habrían agotado más el tiempo de espera pero fueron los pilotos los que terminaron forzando la suspensión de la carrera. Como explicó Marc Márquez, lo que ha pesado más en la mente de los pilotos es lo que pasó el sábado, el accidente de Tito Rabat. Todos estaban de acuerdo menos Miller. Que haya un piloto en el hospital por culpa de las condiciones de la pista en mojado, es la clave, un aviso que es importante saber “escuchar”.
Es cierto: salir a correr y sufrir otro accidente sería una losa bestial para el campeonato; que desgraciadamente sólo atrae la mirada de los grandes medios generalistas cuando hay noticias luctuosas. El aviso del sábado debió hacer pasar la cita al lunes. Pero, a lo largo de este domingo, ya era tarde para hacerlo teniendo en cuenta la división de poderes en MotoGP. Debió decidirse el mismo sábado, insisto; de la misma manera que debió ondear la bandera roja mucho antes en aquel dramático FP4.
Podía hacerse, la solución que falló en Silverstone fue no tener el coraje suficiente para decidir el mismo sábado correr el lunes, que será sin duda un soleado día de “pseudo verano” británico. Pero Dorna pecó de excesivamente demócrata en esta ocasión con los equipos; y esperó al domingo, en pleno drama, para preguntarles. Honda fue la primera que dijo que no (ya le va bien: un cero para todos y una carrera menos) mientras Ducati dijo que vale (sabiendo que pueden meterse en la pelea por el título si Marc hace ceros) y una desertora Yamaha, que tiene a un tal Valentino Rossi segundo de la general, se alineó con Honda por temas logísticos…
Sito Pons, vetado para tener plaza en la Clase Reina desde hace años, un superviviente de los viejos tiempos, no ha desaprovechado la oportunidad de decirlo en la tele. Y aunque él quisiera cobrarse facturas pasadas con estos comentarios (no creo, simplemente habla con libertad) yo no tengo más remedio que estar de acuerdo con él; dando incluso una vuelta de tuerca más: se tenía que haber decidido el mismo sábado. Porque ya entonces la decisión tomada fue un desastre, un nuevo desprecio a las categorías inferiores (nunca mejor dicho, por su tratamiento) y un parche que ha saltado por los aires como el “asfalto-estafa” que ha venido a manchar décadas de historia de los deportes de motor en unos de sus templos más emblemáticos, el circuito de Silverstone.
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