Hace ya un par de años Moto Guzzi presentó sus modelos de iniciación a la gama, las Roamer y las Bobber. Aprovechando los festejos del Moto Guzzi Open House, el encuentro de los seguidores de la firma, en Mandello del Lario (en Italia), que tendrán lugar los próximos 7 y 9 de septiembre, la marca italiana ha presentado la Boobber más gamberra y deportiva, la versión Sport.
La moto se sitúa entre las custom de media potencia con ruedas anchas, que se basan en las motos que llevaban los pilotos de la II Guerra Mundial para circular por caminos de tierra.
A diferencia de la Bobber estándar, la versión Sport tiene un asiento monoplaza rebajado, que se combina con un manillar también colocado con unas torretas más bajas. La idea es dar una sensación más de deportividad y manejabilidad.
En las suspensiones encontramos elementos Ohlins, con posibilidad de regulación en compresión y extensión. El color también es exclusivo, con un naranja mate muy atractivo, y un cubre depósito del combustsible que lleva el “aguila” característico de Moto Guzzi en aluminio pulido especial. El acabado también se extiende hacia los paneles laterales de aluminio.
Lo más bonito de las Moto Guzzi es ver su motor saliendo por los laterales. Para reforzar más esta estética, los escapes tienen un acabado en negro mate, con protecciones de aluminio en la parte final.
Hay detalles con terminación en mate por más puntos de la moto, como en las aletas de refrigeración del motor, el aro del faro o la gráfica de la instrumentación.
La aleta delantera está ahora recortada, muy a la moda de las neoclásicas más deportivas. Las baras de la horquilla tienen fuelles de goma y el faro tiene una posición más baja que la Moto Guzzi Bobber estándar y viene con un pequeño carenado.
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