Nada de juego sucio, ni de maniobras polémicas: simplemente ganar. Tras la primera jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de Aragón, y ante la anécdota de la nueva curva dedicada a Marc Márquez, le recordaron a Jorge Lorenzo cómo el de Cervera le metió, en 2013, aquel hachazo “a lo Rossi” al de Mallorca en su recién estrenada curva (la de entrada a meta) del circuito de Jerez:
“Márquez se la jugó cuando estrenó su curva en Jerez. ¿Le gustaría poder devolverle ahora la jugada este fin de semana que él estrena curva en MotorLand?
-Me gustaría ganarle, sin más. Primero porque intento evitar ese tipo de acciones, intento evitarlas porque creo que no es justo para tu rival y hay más riesgo de caída para ambos. No pienso en ganarle en su curva, no sé ni qué curva le han puesto. Creo que es la de la montaña de piedras”.
Jorge Lorenzo ni se había parado a pensar que era, en realidad, la curva diez; una rápida de izquierdas donde es muy complicado adelantar y donde el propio Marc Márquez tuvo un par de sustos en los libres del viernes. Incluso el de Honda habla a regañadientes de su monolito (y sobre todo se niega a llamarlo obelisco) porque, como todos los pilotos, tiene su punto de superstición y este tipo de homenajes “antes de los partidos” siempre traen mala suerte. El de Ducati, por su parte, simplemente le quiere ganar en la pista sin reeditar viejas cuentas que no están pendientes. No en su cabeza. Y ojo: aquella maniobra le hizo ganar a Márquez cuatro puntos sobre Lorenzo; los que necesitó para ganar, en Cheste, su primer título de MotoGP.
El culebrón de las piezas y evoluciones de la Ducati llegó a Motorland con fuerza y los jefes de Borgo Panigale negaron algo que es muy normal en todos los equipos: no dar más evolución a los pilotos que se van. No la está teniendo Dani Pedrosa en Honda, por ejemplo: le bajaron del test de Misano. Pero Lorenzo dice que confía en que tendrá lo mismo que Ducati y no renuncia a las mejoras que puedan aparecer a lo largo del final de la temporada: “Cada mejora, por pequeña que sea, siempre es bienvenida. Si Ducati encuentra algo que, de aquí a final de año, haga que los pilotos vayamos más rápido, me gustaría tenerlo y confío en que la tendré. No creo que Dovizioso esté usando algo diferente a lo que yo tengo ahora“. Por su parte, Andrea Dovizioso se fue por las ramas cuando le pregunté si, entonces, había que asumir que la moto no iba a mejorar en el resto de la temporada. Es cierto que el desarrollo de la moto de 2019 está en manos de Pirro y que le pasan cosas a probar a Petrucci; pero no es mentira, tampoco, que toda la nueva información se queda solaente en una esquina del box del equipo de fábrica. Insisto: algo lógico y normal. Lo extraño es negarlo.
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