Esperando al “Milagro”

Pueden hablar de espejismo, o de milagro. Se trata de trabajo y de motivación. Este sábado (que ya va camino de ser domingo, en Tailandia) el más veterano de Yamaha ha sido el que más rendimiento ha demostrado con una moto de los tres diapasones. Pero es que también, en el desastre de Aragón, fue Valentino Rossi y no otro el que remontó como un jabato. Olvídense de sus frases previas: “La Yamaha es como el Inter: cuando sales a pista no sabes qué esperar”.

Pero, sobre todo, no se fíen de las sentencias de los jefecillos del equipo. Lo de Meregalli es de juzgado de guardia: “El problema es que no sabemos cuál es el problema”. En USA dicen “Bull Shit” y en Iwata se esconden debajo de los bancos de potencia. Maverick Viñales no se extrañaba cuando escuchó al propio Marc Márquez, en Aragón, decir que se pone detrás de las M1 y sabe cuál es el problema que tienen. Porque todos lo saben, aunque nunca (al menos este año) lo dirán: el problema de Yamaha es el motor. Se equivocaron todos, cada uno en su parcela de responsabilidad en el equipo, eligiendo esta configuración. Largo de explicar (da para una tesis no plagiada) pero así de sencillo.

Me interesa, en esta víspera de “la carrera del siglo” de este fin de semana, además de el evidente parche que los nuevos ingenieros están poniendo en la gestión electrónica, la evolución de los pilotos oficiales de Yamaha. Maverick Viñales está fuerte y sale en el casillero más adelantado de la segunda fila de la parrilla, la cuarta posición, o sea. Veremos cómo sale.

Pero Valentino Rossi está demostrando, una vez más, su enorme capacidad de trabajo y adaptación. Y ya no esconde sus objetivos: “Lo importante es poder salir delante, ser rápido y hacer finalmente una buena carrera y optar por el podio. Estamos sabiendo hacer trabajar los neumáticos en esta pista y hemos acertado en la elección del camino que había que seguir. La goma dura delante y detrás puede ser la elección para la carrera, creo que es la elección más lógica para nosotros”. MotoGP estrena Tailandia a las tempraneras nueve de la mañana en España y los pilotos de Yamaha volverán a buscar su milagro; o nos quedaremos, el resto, pensando que todo ha sido, un espejismo.