La ocasión no es baladí. Se trata de las primeras motocicletas bicilíndricas fabricadas por Royal Enfield desde 1970 y rememoran una época dorada que comenzó en 1948 con la llegada de sus primeras bicilíndricas de 500 que evolucionaron a sus conocidos modelos de alta cilindrada, Meteor, Super Meteor y, finalmente la original Interceptor de 1960.
Fueron -especialmente la Interceptor- motocicletas que tuvieron un éxito tremendo en Canadá y USA, especialmente en la zona de California donde se ganaron una gran reputación como máquinas rápidas y divertidas llegando a participar incluso en carreras por el desierto y en pistas ovaladas de tierra. Por eso, debido a esta estrecha relación entre la marca india y el “Estado Dorado”, ha sido la ciudad de Santa Cruz el lugar elegido para la presentación internacional de estos dos nuevos modelos.
Así son las bicilíndricas…
A pesar de su nexo nominal con el pasado la Interceptor y Continental GT son dos motos completamente nuevas que emplean la misma base de motor y parte ciclista desarrollada por el centro tecnológico que tiene la marca en Bruntingthorpe, Reino Unido. La Interceptor se presenta como una elegante “roadster clásica”, de lineas armoniosas y marcado acento británico, al estilo de las Triumph y BSA. Por su parte la Continental GT tira más por el camino de las “café-racer”, es decir líneas deportivas de los ’60 con depósito de gasolina más largo, asiento con colín tipo “bullet”, manillar bajo de dos piezas y estriberas más altas y retrasadas.
El motor esta diseñado a imagen de los bicilíndricos de la marca de los ’60 pero construido con materiales de hoy y tecnología de hoy. Rinde 47 CV a 7.250 rpm y una de sus mejores virtudes es que entrega el 80% de su par (52 Nm) a sólo 2.500 rpm, lo que se traduce en una suave y constante respuesta desde bajo y medio régimen. Va refrigerado por aire para reforzar su imagen de sencillez pero utiliza una tecnología muy moderna, con árbol de levas en culata, 4 válvulas por cilindro y un ajustado sistema de inyección de combustible que le permite superar holgadamente la normativa Euro.
Las bielas en el cigüeñal, como mandan las tendencias actuales, van caladas a 270º y equipa un eficaz eje de balance para eliminar vibraciones. La caja de cambios es de 6 velocidades y está asociada a un embrague de discos múltiples en baño de aceite que incluye sistema anti-bloqueo de la rueda trasera en retenciones bruscas. Obviamente la transmisión secundaria es por la clásica cadena de rodillos con corona dentada y piñón.
Convencional… pero actual
Tampoco el bastidor se sale de lo convencional, como cabe esperar de un modelo súper-retro y es un doble cuna desmontable fabricado en acero con basculante de doble brazo del mismo material. Conviene decir, además, que ha sido desarrollado por el afamado especialista inglés Harris, que pertenece ahora a Royal Enfield. La horquilla telescópica de la suspensión delantera es igualmente convencional -de 41 mm de diámetro y 110 mm de recorrido- y en la suspensión trasera lleva dos amortiguadores de gas con depósito separado en los que se puede regular la precarga del muelle en 5 posiciones, dependiendo del peso a soportar.
Los frenos son de disco, uno en cada eje. De 320 mm y flotante el delantero y de 240 mm el trasero. Tanto las pinzas de dos pistones como todo el conjunto están firmados por Bybre, que es la fábrica que Brembo tiene en la India. Las ruedas utilizan unas preciosas llantas de 18 pulgadas y 36 radios con el cerco de aluminio que le dan un toque muy clásico y van calzadas con unos eficaces neumáticos Pirelli Phantom de medidas 100/90 y 130/70 delante y atrás respectivamente. Por supuesto incluye un sistema ABS de dos vías que se mostró muy eficiente y nada intrusivo durante la marcha, entrando en acción solamente cuando era necesario.
Manos a la obra
Hemos realizado una toma de contacto exhaustiva, con dos jornadas de casi 300 km cada una de ellas por los alrededores de la Bahía de Monterrey, las ciudades de San Francisco y San José y la verdad es que nuestra impresión no ha podido ser más positiva.
Lo más importante es que las dos motos cumplen lo que prometen… eso si, cada una de ellas con su propia personalidad. La Continental GT será la preferida de los conductores con inclinaciones más moderadamente deportivas. La postura no es excesivamente radical pero si claramente sport y el asiento duro, el manillar bajo y un tacto de las suspensiones algo más duro que te hacen sentir perfectamente lo que pasa entre las ruedas y el asfalto.
Por contra, la Interceptor es una moto más dulce que sirve para todo. Ofrece una postura muy racional, las estriberas bien colocadas, asiento largo y amplio para acoger con amabilidad a un pasajero y un manillar alto tipo “scrambler” que no cansa en absoluto.
Es una moto perfecta para divertirnos serpenteando sin prisas por las curvas de una carretera de la costa, callejear con soltura por el centro de la ciudad o incluso descubrir alguna preciosa ruta recóndita que nos lleve hasta un rincón encantador.
Fish and Chips al curry
Resumir esta grata experiencia por tierras californianas con las nuevas Royal Enfield Twin resulta, por una vez y sin que sirva de precedente, bastante sencillo. Se trata de unas excelentes herramientas para disfrutar del placer de ir en moto con tranquilidad y sin complicaciones.
Su principal baza reside en esa “amabilidad”, en su carácter tranquilo, su forma de entregar la potencia sin sobresaltos y de manera lineal desde bajo y medio régimen y la exigencia de demasiados cambios de marcha. Son motos sencillas y fáciles de conducir, ideales para los usuarios de carnet A2 o que -simplemente- buscan unas motos de paseo bonitas y con personalidad pero sin más pretensiones. Tal vez esto pueda hacer pensar que son motos aburridas pero para nada es así, no hay que olvidar que el chasis construido por Harris Performance aporta muy buenos genes y el motor cumple sobradamente sus expectativas y se aprovechan del primero al último de sus 47 CV.
Ambas motos ofrecen algo más que un buen trabajo de ingeniería “ad-hoc”. Representan el estilo clásico en su máxima expresión pero perfectamente adaptado a nuestros días, para seguir funcionando y siendo atractivas en un futuro cercano. También conviene señalar que muchos motoristas de hoy viven su pasión por sus máquinas como una extensión de ellos mismos y estas bicilíndricas son motos ideales para su personalización. Royal Enfield ha desarrollado un completo surtido de accesorios y una gran variedad de complementos, no sólo para la moto sino también para el motorista.
En cuanto al precio y comercialización, el primero todavía no está totalmente definido todo parece indicar que llegarán a nuestro país durante este último trimestre del año a un precio que se moverá alrededor de los 6.500 euros.
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