Dani Pedrosa recibió su homenaje prometido con un nuevo mensaje soterrado: “nunca digas nunca”. Fue cuando le preguntaron si la vuelta de Sete Gibernau a la competición, la Copa del Mundo de MotoE, le brindaba alguna posibilidad de correr, en el futuro. En su respuesta, ni una referencia a su último manager conocido; sino este “never say never” referido a sí mismo. Dani sabía que la ceremonia escenificada este jueves de previa al Gran Premio de la Comunidad Valenciana no era el momento adecuado para hablar de KTM. Y, teniendo en cuenta que es una persona que no acostumbra a compartir sus planes, la situación era, en realidad, muy cómoda para él. Un día más, por cierto, él ha sido el único, de los que han hablado en público, que no ha pronunciado la palabra “retirada”.
Y por eso, entre otras razones, no ha derramado ni una sola lágrima. Su madre, Basi Ramal, sí ha mostrado un rictus emocionado en su rostro; pero hasta ella se ha podido recomponer al ver a Antonio Pedrosa en consonancia con la presencia de ánimo de su hijo, que con su lenguaje corporal ha transmitido, a los que le conocemos desde niño, lo que le pasaba por la cabeza: disfrutar del homenaje y guardar el collar en la caja. Hay una carrera el domingo. Y un nuevo contrato (y más vida de piloto) a partir de 2019.
Por cierto y por si no lo saben, el único “top rider” que se retira definitivamente este año se llama Casey Stoner. Efectivamente, Ducati y el australiano, que se negó a correr en Phillip Island sustituyendo a Jorge Lorenzo, han terminado con su relación laboral. Ahora, por fin, Casey es un ex-piloto. Pero, hasta este momento, yo he considerado a Stoner como piloto en activo. Ya en la “baja laboral” de Dani de 2015 Stoner quiso ser su sustituto; y Honda se lo prohibió. Y yo hablo de todo esto, en esta jornada de presunta jubilación de un “muerto que está muy vivo” porque estoy convencido que, lo que le espera en KTM, es una segunda juventud en toda regla. Nadie tiene una bola de cristal, ni falta que nos hace, ahora. Pero a los fans de Dani les digo, en la línea del “never say never”, otra parida a la inglesa: “stay tuned”. Estad “al loro” porque, además de felicidad, Dani Pedrosa va a encontrar de nuevo el camino que le lleve a darse cuenta de lo que nunca, tampoco hoy, ha dejado de ser: un piloto de carreras de MotoGP.
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