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0 La pretemporada de Márquez está marcada por las secuelas de la operación de hombro a la que se sometió hace unas semanas. Unas secuelas que aún no le permiten rodar sobre su Honda RC213 pero sí le ha permitido hacerlo sobre una moto de entrenamiento en Alcarrás, cerca de su Cervera natal. La jornada forma parte del plan para fortalecer el hombro preparado por el equipo y que debe concluir con el examen de Sepang del 6 al 8 de febrero.
La primera parte de esta recuperación ha pasado por rodar en bicicleta de montaña y el 29 de enero, poco menos de dos meses después de su operación, Márquez regresó por fin a un circuito. Ha sido, como hemos dicho, en Alcarrás -cerca de su casa en Cervera- y Marc ha forzado el hombro en la medida de lo posible para ver si estaba listo para las demandas del pilotaje.
“¡Necesitaba esto!” -afirmó Márquez- “¡He tocado varias veces el codo en el suelo!”. Al menos, durante el viaje a Malasia -que dura 14 horas- podré tener la tranquilidad de saber que ya he montado en moto, apretado el freno y sentido el acelerador y el embrague”.
Marc se mostraba, sin embargo, consciente de lo precario de su preparación pero al mismo tiempo tenía claro que “Estas vueltas que hemos hecho me han ayudado a ver dónde están las cosas. Esta semana tenemos que trabajar más en ello. No ha habido sorpresas; era casi lo que esperaba: la gran fuerza necesaria para frenar y las curvas a izquierda donde tengo que apoyar mi hombro izquierdo fueron lo más problemático. Ahí es donde tenemos que seguir trabajando, tener paciencia en Malasia y llegar a marzo en plena forma física “.
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