Pirelli ANGEL GT II: el neumático de altos vuelos

Un neumático que llega para suceder en el trono al multigalardonado Pirelli ANGEL GT y con el que la firma italiana ha querido ir un paso más allá, con el fin de ofrecer un producto que marca una nueva pauta en el segmento de los neumáticos Sport Touring. Un neumático, como decíamos, para los que viajan, para los que aman las curvas y para los que usan la moto todos los días pase lo que pase. Es decir, un neumático especialmente desarrollado para ofrecer un gran kilometraje, mucha agilidad en conducción deportiva y un excelente comportamiento llueva o brille el sol.
Para crear un neumático de máxima polivalencia y capaz de aguantar ritmos de rodaje rápidos, a la vez que un óptimo agarre en todo tipo de condición atmosférica, Pirelli ha recurrido a la última tecnología y a su amplia experiencia en el mundo de la competición, donde las diferentes técnicas, materiales y carcasas son sometidas a un exigente banco de pruebas. Como fruto de esa investigación llega ahora el nuevo Pirelli ANGEL GT II, el neumático con el que ahora podrás calzar tu moto para beneficiarte de todos sus avances.

La tecnología a tu servicio

Para dar forma al nuevo ANGEL GT II en Pirelli han recurrido a una carcasa que incorpora un innovador cordaje variable a lo largo de la sección del neumático, a la vez que se han empleado compuestos de alto porcentaje en sílice y un nuevo diseño de la banda de rodadura derivado directamente de los neumáticos intermedios del Mundial de Superbikes.

Nada es casualidad en el ANGEL GT II y todo está orientado a garantizar una mejora en el manejo de la moto en cualquier momento, a la vez que se aprovechan al máximo las prestaciones de nuestra máquina incluso en mojado. Para ello se ha optado por un dibujo que se basa en un doble surco central, encargado de la estabilidad, el agarre en superficies de baja fricción y de mantener a la estabilidad, a la vez que los flancos presentan surcos en forma de ángulo para mantener agarre y evacuación del agua en curva.
Con todo ello se ha trabajado para conseguir una distribución homogénea de la pisada para mantener siempre una respuesta y un desgaste progresivos, de manera que así se pueda mejorar la maniobrabilidad y la sensación de seguridad sobre dos ruedas.