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Nueva e incontestable victoria de Marc Márquez, que recupera el liderato del Mundial de MotoGP. Es sólo un punto de ventaja sobre Alex Rins, pero hay mucha diferencia detrás de ese punto.

Marc Márquez ha cambiado su forma de pilotar, cambiando también el desarrollo de las carreras, porque en las últimas temporadas hemos asistido a muchas carreras de pura estrategia, dejando hacer durante muchas vueltas para atacar al final. Ya en Argentina asistimos a su demostración, y en Austin estuvo a punto de repetirá. Hoy en Jerez, Márquez ha dominado de principio a fin, marcando el ritmo y controlando la situación, en una carrera en la que ha rodado ligero y sin estrategia: 31 segundos más rápida que el año pasado. Motociclismo puro.

Alex Rins es espléndido en carrera, pero entierra sus opciones el viernes y el sábado. Tiene que trabajar duro para recuperar el terreno que cede en la parrilla de salida, y eso siempre será un lastre si quiere aspirar a ganar carreras. El tercer puesto de Maverick Viñales ha sido una recompensa a un Gran Premio trabajado, que por momentos ha sido desconcertante, pero en carrera tuvo capacidad de reacción en la parte final.

Gran triplete español por fin, tras once meses (Aseen 2018), y curiosamente con los mismos tres protagonistas y en el mismo orden. Ahora Márquez lidera de nuevo, con un punto de ventaja sobre Rins, y sólo cuatro más que Dovizioso. Y ojo con Valentino Rossi, de menos a más en el tramo final de carrera. Después de cuatro carreras, entre Márquez y Rossi sólo hay nueve puntos.

MotoGP sigue rindiendo a gran nivel: tres marcas diferentes en el podio, y cuatro marcas distintas en las cuatro primeras posiciones de carrera. De momento, el campeonato está muy abierto. Pero no nos llamemos a engaños: la superioridad de Márquez y Honda en todos los terrenos es manifiesta. Luego pueden llegar errores, como en COTA, pero de momento el único dúo que ha peleado por ganar en todas las carreras ha sido el que forman Márquez y Honda.

Moto2: Baldassarri y los nuestros

La superioridad de Lorenzo Baldassarri en Moto2 es proporcional a la de Márquez en MotoGP. En Austin se cayó, pero en el resto de carreras no ha fallado, y eso que en Jerez no lo tuvo fácil después de los problemas de la primera jornada y sufrir tres caídas en las sesiones de entrenamiento. La rueda que le dio Augusto Fernández en la clasificatoria le ayudó a clasificarse bien. Pero llegada la carrera ha aprovechado bien su situación y ha ganado con claridad.

Jorge Navarro sólo le hace falta mejorar las arrancadas para culminar el trabajo, porque ha demostrado que tiene ritmo. El podio de Austin le ha demostrado que es capaz de llegar, y lo ha conseguido a base de trabajo. Su segundo puesto en Jerez es su confirmación.

Y qué decir de Augusto Fernández. La reducción de la distancia de carrera tras el accidente de la primera vuelta le ha venido bien porque tuvo que salir infiltrado porque no está plenamente recuperado de su lesión, y así pudo aguantar en mejor condiciones hasta el final. Pero una cosa es aguantar, sin más, y otra lo que está haciendo el madrileño. El podio conseguido es una más que justa recompensa. Tiene mucho que decir en este campeonato.

Moto3: doblete del SIC 58

Jerez es un circuito de gran emotividad para el equipo SIC 58, porque aquí ganó Marco Simoncelli sus dos primeras carreras, en 2004 y 2005. Hoy ha llegado el día más feliz desde la creación del SIC 58 por parte de Paolo Simoncelli, completando un doblete histórico con Niccolo Antonelli y Tatsuki Suzuki, tras una clásica carrera de Moto3, algo alocada, irregular y sin ritmo. Este año la categoría está más abierta que nunca, cuatro ganadores diferentes y diez pilotos para doce podios…

Antonelli no ganaba desde 2016 (Qatar), pero aquí ha hecho una carrera inteligentísima. Estuvo delante al inicio, y luego se dejó llevar, rodando incluso a cola del pelotón, 13º, pero estuvo atento y espabilado, remontando en el último tercio de carrera para entrar en la lucha por el título en la parte final, cuando había que tomar decisiones. Antonelli llegó a la cabeza a cuatro vueltas del final y la defendió, sobre todo de su sorprendente compañero Suzuki, que día a día va a más.

Arón Canet ha vuelto a gestionar con inteligencia su carrera. Controló muy bien la situación, pero en la última vuelta se vio metido en el lío que se montó a espaldas de Antonelli. Un cuarto puesto valiosísimo que le reporta el liderato del Mundial de Moto3. En un campeonato tan imprevisible, sumar carrera a carrera va a tener un valor extraordinario.

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ale.garciamontes
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