En general solemos tener una idea equivocada de cómo se lucha contra el calor; pensamos que cuanta menos ropa nos pongamos -y si es ninguna, mejor- más frescos estaremos y eso es completamente falso. De hecho los nativos de zonas muy calurosas hacen exactamente lo contrario; estar siempre vestidos. El secreto es crear una cámara de aire entre la piel y la prenda que nos proteja del calor extremo manteniendo una temperatura constante. Y esto es exactamente también lo que hay que hacer con nuestras prendas moteras…
A continuación os mostramos una serie de consejos que, en realidad, dependen más de una cierta actitud personal a la hora de enfrentarse al calor yendo en moto y con los que será más agradable ese viaje veraniego…
1-Ten expectativas razonables
Aquí no hay aire acondicionado con botón de enfriamiento rápido. No tiene ningún sentido esperar ir en moto a 30 grados de temperatura ambiente y estar fresco como en un jardín. Cuando hablamos de “ir fresco en moto” en realidad queremos decir “ir en moto con algo menos de calor”. Hay que ser realista y si eres una persona que soporta mal los días muy calurosos quizás has de elegir otro día para viajar… u otro medio de transporte.
2-Viaja a horas más frescas
Aunque parezca obvio, nuestro segundo consejo no puede ser otro que evitar viajar a las horas de plena canícula si ello es posible. Estamos de vacaciones. ¿Por qué no viajar de noche, a las horas menos calurosas y con flexibilidad de horarios?
3-Usa ropa técnica de verano
Confía en la industria; si ponen rejillas en chaquetas, chalecos y guantes es porque funcionan. Cuesta algo de tiempo encontrar la combinación que mejor nos asegura cierta corriente de aire pero cuando la hallamos es todo un descubrimiento.
4-Las ventilaciones de cascos también funcionan
Lo mismo podemos decir de las canalizaciones y entradas de aire de los cascos. Las marcas no gastan tiempo y dinero poniéndolas por capricho. Funcionan, son un aliado muy eficaz contra el calor -sobre todo a alta velocidad- y vale la pena emplera un poco de tiempo en “trastear” con ellas. En ese sentido los modulares y jets tienen ventajas obvias pero las canalizaciones de los integrales son cada vez más mejores.
5-Manten el rostro aireado
Aunque todo el cuerpo lo sufre, la sensación de calor llega -en su mayor parte- por el rostro, así que mantenerlo siempre aireado es imprescindible para estar más cómodo. En la medida de lo posible viseras fuera y parabrisas en su posición más baja.
6-Tu moto también pasa calor
Y a menudo te lo recuerda con esa “agradable” sensación que llega al sentarse en un asiento que ha estado 5 horas bajo el sol. Si buscas una sombra para tí, búscala también para la moto. Si te pegas un remojón con un poco de agua… también a ella… y por supuesto niveles de refrigerante siempre correctos… que los recalentones de motos so todavía más criminales en verano.
7-Hidratarse y parar. Parar e hidratarse.
Cada vez son más los moteros que viajan por carreteras calurosas con un “camel bag”. Es una excelente solución para mantenerse siempre hidratado pero hay otra mucho más convencional y cómoda: parar a tomar un refresco cuando sintamos que el calor nos puede. Sea como sea… siempre viajar hidratado, beber a pequeños sorbos incluso cuando no tengamos sed y por supuesto evitar el alcohol o la cafeina ya que tienden a subir la tensión arterial y con ello la temperatura corporal.
8-Usa calzado adecuado…
… que no quiere decir chanclas playeras o sandalias a lo “guiri”. Exactamente igual que con el resto del cuerpo -y también por seguridad- hay que evitar exponer los pies directamente al sol. Todo el pie y el tobillo siempre cubiertos. Hay calzado técnico de verano muy eficaz y recomendable. Las “flip-flap” en la playa… y nada más. Además, desde la última reforma del reglamento de tráfico, su uso en cualquier vehículo de motor está prohibido y sancionado.
9-El calor es constante. Tú debes serlo también.
El combate contra el calor es de resistencia, no de guerrillas. Echarse una botella de agua por encima resulta muy agradable… pero unos minutos después ya no sirve para nada. Es mejor buscar soluciones que duren más aunque sean menos radicales; paños húmeros en el cuello o incluso bajo el casco que vayan humedeciendo nuestro cuerpo.
10-Al menor síntoma de ataque de calor o mareo… ¡¡¡para!!!
También nuestro último consejo parece de perogrullo… sin embargo hay que insistir: al menor síntoma de mareo por exceso de calor, parar de inmediato y refrescarse, Los ataques de calor siguen estando infravalorados cuando, en realidad, suponen un riesgo gravísimo… sobre todo si estamos al manillar.
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