Sachsenring es el feudo de Marc Márquez porque aquí lleva ganando de forma ininterrumpida desde 2010, desde su etapa en 125. Si hay un sitio donde puede reivindicar su autoridad es este, y de momento cumple con las previsiones. La pista alemana se convierte en un escenario estratégicamente esencial. Primero, porque pondría freno a Yamaha, que en las últimas dos carreras se ha mostrado como la moto más constante de la categoría. ¿Alguien podría haberlo imaginado? Y segundo, porque ganando aquí, Márquez asentaría un golpe de efecto justo en el parón de la temporada, elevando su ventaja en la clasificación a prácticamente dos carreras.
Su mejor tiempo en el conjunto de la jornada no ha sorprendido, como no sorprende ya ver a Fabio Quartararo convertido en su mayor alternativa, aunque en Sachsenring todas las Yamaha parecen funcionar bastante bien, incluso la de Valentino Rossi, a pesar de no haber estado fino en la segunda sesión.
Quartararo no puso emplearse a fondo en su última vuelta porque Morbidelli y Nakagami le molestaron, lo que provocó un cabreo fenomenal al joven piloto galo, que ya tiene autoridad para levantar la voz.
Por cierto, que la condición física de Quartararo es un tema a tener presente en Sachsenring. El antebrazo derecho se le inflama mucho. Ya le pasaba en Montmeló y Assen, pero el circuito alemán es mucho más agotador, no hay luigar donde descansar, y hay que dar muchas más vueltas.
Suzuki puede ser la otra alternativa. De momento, Alex Rins está segundo y está superando esa asignatura pendiente que tenía en las sesiones de entrenamientos, y ya rueda con soltura en el grupo de cabeza en todo momento. Ahora sólo necesita consolidar sus carreras, porque en las últimas ha cometido demasiados fallos.
Ducati parece que ha perdido fuelle fuera de sus feudos naturales. Andrea Dovizioso mantiene su ritmo de trabajo, sin florituras, pero tiene que asumir el liderazgo que reclamó en su día y no verse continuamente comprometido por la ambición del ya renovado Danilo Petrucci, que con el contrato en el bolsillo no necesita seguir siendo políticamente correcto. Pero su nobleza impedirá que se le suba a las barbas a Dovizioso, o al menos eso pensamos muchos.
Moto2: Por fin, KTM
La recuperación de KTM parece que es una realidad. Si el fin de semana pasado Brad Binder fue capaz de llegar al podio de Moto2, en esta primera jornada ha terminado liderando la tabla de tiempos, por delante de Xavi Vierge y otra KTM, la de Iker Lecuona. Ha sido una jornada un poco extraña porque ninguno de los teóricos favoritos ha destacado.
Jonas Folger ha protagonizado la sorpresa de la jornada al terminar cuarto en el cómputo del día, después de haber liderado la primera sesión. Schrotter, Fernández y Márquez quedaron a continuación, con susto para el menor de los Márquez, que sufrió una caída en la segunda sesión y su moto se incendió.
Thomas Luthi está undécimo, pero a sólo medio segundo de Binder. Aquí cuenta más la posición que el tiempo, porque los registros están muy igualados, y la diferencia entre pasar directo a la Q2 y sufrir el suplicio de la Q1, e incluso no clasificarse, se resuelve por un puñado de milésimas.
Moto3: La sorpresa de Sasaki
Al primer golpe de vista, la clasificación de Moto3 resulta extraña. Ver a Ayumu Sasaki en lo más alto de la tabla no es nada frecuente, y si repasamos la lista de los mejores de la jornada, tampoco entraban en el pronóstico Raúl Fernández (segundo) ni Jakub Kornfeil (cuarto). Entre ellos, Marcos Ramírez, que por lo general suele ser un tanto irregular en entrenamientos, pero en Sachsenring ha empezado con nota. Y se ha rodado deprisa.
Lo del joven Fernández no tiene que sorprender: el año pasado estuvo aquí como sustituto y dejó una altísima nota, así que ha sido volver a pisar la pista alemana y Raúl ha vuelto a ser rapidísimo. De los favoritos, el único que ha cumplido sin sobresaltos ha sido Arón Canet, sexto, con facilidad.
Se han quedado muchos aspirantes fuera de las plazas de Q2, a falta de la última y definitiva sesión libre del sábado por la mañana: Dalla Porta, Vietti, Rodrigo, Arenas, Antonelli, Binder… Y una vez más Masia. Luego vendrán las quejas y lamentaciones.
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