0 0
Read Time:4 Minute, 2 Second
Si Honda es prisionero de Márquez, Yamaha también está atada de manos. Prepara el relevo, pero no resulta fácil su encaje. El piloto más en forma y con mayor porvenir de la marca tendrá que progresar en una situación incómoda, fuera del equipo de fábrica.

Honda se la juega todo a una carta, a una apuesta segura que es Marc Márquez, con todos sus riesgos, pero siempre ha sido así, con Mick Doohan, con Valentino Rossi, y ahora con Márquez. Y cuando falla su guía, o algo no sale bien, Honda acusa la pérdida y parece desorientada. Es la apuesta a caballo ganador. Pero por mucho en que se insista que la marca del ala dorada es prisionera del éxito del piloto español, en el garaje de Yamaha tampoco están para tirar cohetes: el piloto más en forma y con mayor porvenir de la marca, Fabio Quartararo, está en un equipo satélite y lo va a seguir estando en 2020, con todas las limitaciones que ello supone.

En Tailandia, Yamaha ha decidido dar a Quartararo el mismo material que al resto de pilotos de la marca, y su motor ya no girará 500 rpm por debajo que los de Rossi, Viñales y Morbidelli. Quizás un poco tarde, porque desde hace mucho se ve quien es el piloto más fuerte de la marca, tanto en entrenamientos como en carrera, porque a pesar de todos los pesares, Quartararo sólo está 24 puntos por detrás de Viñales y 14 por detrás de Rossi. El hecho de dar idénticas armas a Quartararo para lo que resta de campaña es su apuesta a caballo ganador.

El panorama de Yamaha no es halagüeño. Rossi intenta mantenerse en vanguardia, y su último movimiento con la futura sustitución de su ingeniero de pista, Silvano Galbusera, por el joven pero experimentado David Muñoz -aunque sin experiencia en MotoGP- revela la ambición del veterano campeón italiano por mantenerse física y psicológicamente joven, con una mentalidad abierta, dispuesto a aceptar nuevos enfoques y nuevas ideas. La falta de experiencia de Muñoz no ha de ser un inconveniente para obtener buen rendimiento en MotoGP: Márquez se trajo a la máxima categoría a Santi Hernández, en una situación similar, y no fue inconveniente para que triunfaran.

En el otro lado del garaje está Viñales, en tierra de nadie, con sus dudas constantes, con sus luces y sombras, sin completar un gran premio redondo, porque cuando las cosas van bien en entrenamientos no van igual en carrera, y viceversa. Está en un terreno inseguro y con muchas dudas sobre su porvenir. Tendría que ser, por ley de vida, el heredero del liderazgo en Yamaha, pero tiene que lidiar entre un piloto veterano como Rossi que no da su brazo a torcer, y un debutante al que Yamaha le hace ojitos.

No se puede decir que en la fábrica de Iwata no estén intentando todo para regresar a la época brillante que disfrutaron con Rossi y Lorenzo entre 2004 y 2015, cuando ganaron siete títulos y eran el equipo a batir. Yamaha sigue apostando por cuidar la base de partida, reforzando el equipo de pruebas, que va a tener a Galbusera como responsable técnico, y muestra su interés por Johann Zarco como piloto de pruebas, con la posibilidad de realizar alguna salida como piloto invitado. Y además, han contratado a Marco Frigerio, ingeniero electrónico de Pramac, con mucha experiencia sobre la ECU Magneti Marelli, cuyo conocimiento siempre ha sido señalado como uno de los talones de Aquiles de la marca.

Ahora que el número de entrenamientos de pretemporada va a ser menor, el trabajo del equipo de pruebas cobra especial importancia. Sin embargo, sin darle tanta relevancia ni apellidos célebres a su estructura de pruebas, Honda lo basa todo en su único hombre, que es Márquez. Es cierto que hay un nuevo planteamiento en este sentido con el refuerzo de la estructura e incorporando a Stefan Bradl como probador, haciendo que los pilotos japoneses de fábrica queden definitivamente en una posición más discreta. Pero el eje de todo es y seguirá siendo Márquez.

Para terminar, en un fin de semana en el que se está destacando la capacidad de recuperación de Márquez tras la fuerte caída del viernes, merece especial reconocimiento el esfuerzo descomunal que protagoniza Pol Espargaró, que menos de dos semanas después de romperse un brazo se ha presentado en Tailandia con la misma actitud y la competitividad de siempre, en un escenario que es el menos adecuado para tener que arrastrar secuelas físicas. Se hizo un hueco en la Q2 y saldrá 11º. En esta pista el físico es determinante y Pol ha demostrado que es un piloto rocoso y con voluntad de hierro. Pero, desgraciadamente, la alargada sombra de Márquez deja en un segundísimo plano al resto. No es justo, pero es la ley de las carreras.

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %
ale.garciamontes
ale.garciamontes@gmail.com

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *