¿En serio, Nomura?

El pasado Gran Premio de Japón fue una fiesta redonda en la casa de Honda, el circuito de Motegi, con la consecución del título de marcas que ganaron, entre otras cosas, gracias a la victoria de Marc Márquez. Y el “capo japo” de HRC, Yoshishige Nomura, que no tenía necesidad alguna de hablar de ningún otro piloto que no fuera el que viene ganando, seis veces de siete, en la Categoría Reina, se dejó entrevistar por un periodista español que estaba empeñado en hablar de Jorge Lorenzo.

La entrevista es de Jaime Martín en Marca y es de los trabajos que justifican viajar a un Gran Premio en el otro lado del mundo, con los tiempos que corren. Y Nomura se puso a hablar muy claro, oigan: “Los resultados son los resultados. Sólo nos dice que no hemos sido capaces de darle una buena moto para él, eso es todo. Desde el lado de Honda, queremos que esté. Nuestro objetivo es darle una buena moto para él. Ese es nuestro trabajo y nuestro objetivo, así que lo haremos.”

Darle una “buena moto” a Jorge Lorenzo, nada menos. O sea: la razón por la que viajó Jorge a Japón a mitad de la temporada. Y exactamente lo que espera, el piloto español, cuando la temporada 2020 arranque, en el mismo circuito de Cheste, dos días después del Gran Premio de Valencia de este 2019 que agoniza. Antes, un piloto francés bicampeón del mundo de Moto2 y en el paro, va a correr para Honda en la moto del año anterior (que sí le gustaba a Jorge) del equipo LCR. Nomura vuelve a despejar dudas: “No, Lorenzo no tiene que tener miedo por Zarco. Zarco es sólo una buena oportunidad. Nakagami se lesionó, con lo que no teníamos más opciones; él no tenía moto, así que pudimos hacerlo y lo hicimos.”

Ya sé que en el mundo del fútbol, cuando el presidente de un club respalda al entrenador un viernes, está fuera del equipo, al siguiente lunes. Pero MotoGP aún conserva cierta dosis de personalidad propia, entre otras cosas, por protagonistas como Honda. En HRC las carreras son como una batalla, la temporada una campaña bélica y sus empleados, samuráis. Ellos nunca se plantearán una rescisión del contrato de Jorge Lorenzo por una sencilla razón: porque sería una derrota manifiesta. Como lo que le ha pasado a KTM con Zarco, con una salvedad: los japoneses creen que ellos no se lo pueden permitir.

Hay otra clave: Marc Márquez. La transparencia con la que habló con la prensa sobre su renovación (ya en marcha) le hace levantar las cejas a los ejecutivos del sol naciente. Saben lo mucho que dependen de él y quieren conocer la “hoja de ruta” de su líder natural más allá de los dos próximos años. Pero, en su fuero interno, son conscientes del riesgo de perder a Márquez en el medio o largo plazo. Y eso significa que deben trabajar en la línea que Lorenzo les ha propuesto, por dos razones. Una: ha funcionado en otras fábricas como Yamaha y Ducati, por un lado. Y dos: puede que la moto que salga de ese trabajo, la necesiten en un par de años o tres.

Dicen que los silencios de los japoneses son más importantes que sus palabras. No estoy muy seguro de por qué tenemos que parcelar por naciones las virtudes del lenguaje no verbal; pero me quedo con el hecho irrefutable de que Nomura podría haberse quedado callado, el fin de semana en el que no había más protagonistas, en Motegi, que Márquez y Honda. Pero quiso hablar de Lorenzo.