Esta transformación, de alguna manera, une dos motos muy opuestas. La utilitaria Yamaha SR400 y la super deportiva, elitista e icónica Ducati 750 SS. Las Yamaha SR400 y SR500, a pesar de su modestia (o quizá por eso) conquistaron a muchos aficionados. Eran motos sencillas que empleaban monocilíndricos SOHC refrigerados por aire con 2 válvulas.
En la cultura japonesa las motos pequeñas siempre han sido más apreciadas que en Occidente, por lo que la Yamaha SR400 goza en aquel país de un número ingente de seguidores. Que el monocilíndrico solo entregase 32 CV los aficionados nipones no lo veían como un detrimento. Así, un modelo que en el mundo occidental era tenido casi por una moto para principiantes, en Japón servía de base para realizar múltiples preparaciones.
Yamaha SR400 café racer
La marca de los diapasones popularizó la legendaria facilidad de uso de la Yamaha SR400, una virtud que fue muy apreciada en su país de origen. Los jóvenes nipones disfrutaban de un modelo asequible y con una imagen intemporal. A su alrededor creció una enorme industria de accesorios que permitían personalizarla a gusto del consumidor.
La popularidad de la Yamaha SR400 no acabó con la enorme oferta de piezas para transformar el modelo y hacerlo más nuestro. Además, varios preparadores japoneses se han especializado en las humildes SR400/SR500. Uno de ellos es Makato Endo, conocido por el apelativo Mac (en su perfil de Instagram utiliza este diminutivo junto a la manzanita de Apple). La moto que ves aquí la descubrieron los compañeros de returnofthecaferacers.com y es un ejemplo de trabajo fuera de serie (nunca mejor dicho).
“Hace más de 23 años que soy el propietario de este vehículo. Durante varios años he estado madurando mis ideas sobre qué hacer en la moto. Mi objetivo era acercarme a lo que sería la café racer ideal y para ello estuve investigando por internet lo que se hacía en el extranjero”, explica Mac al referirse a su querida Yamaha SR400 de 1996.
Una de las señas de identidad de la transformación es el depósito de gasolina de aluminio, inspirado en el de la BSA Brooklands. A lo que hay que añadir un semicarenado Peyton Place con un guardabarros modificado de XJR. En la parte trasera encontramos un colín y la matrícula que hace las veces de aleta posterior. Otra pieza que salta a la vista con las tapas laterales Posh, que imitan a las de una Ducati 750 SS Imola. Para detener a la bestia, Makato Endo optó por un disco Sunstar de 320 mm con pinza Brembo de 4 pistones. A pesar de utilizar un propulsor monocilíndrico emplea un escape doble, cada uno por un lado de la moto, lo que obligó a fabricar unos codos especiales.
La SR400 de Makato Kando pone de manifiesto que no es necesario partir de una moto gorda para crear una preparación excepcional. Su pequeña café racer une con gusto dos mundos diferentes, la ingeniería nipona con el lenguaje estético italiano.
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