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0 BMW sorprendió al mundo presentando el pasado mes de abril esta R18, un modelo inspirado en la mítica R5 que recordaba y mucho a las motos de carreras de los años treinta.
Ya en 2016 pudimos ver la BMW R5 Hommage. Una moto creada por los hermanos Ronny y Benny Noren y que estaba a medio camino entre la original R5 y el modelo presentado este año por la propia BMW, la R18.
Y como viene siendo normal en sus modelos “Heritage”, pronto caen en manos de constructores que le dan su toque y crean así su propia versión del modelo estándar. Sin duda la nueva BMW R18 es una base que se presta a la personalización.
Este mes de agosto, mientras muchos estaban de vacaciones, se han presentado las dos primeras versiones. Ambas vienen de talleres de renombre y te gusten o no tienen un toque distintivo y respiran calidad.
El primero fue Roland Sands que a principios de agosto versionó esta R18 en forma de “Dragster”. El renombrado diseñador estadounidense tuvo claro desde el principio que esta moto le recordaba a los “muscle cars” y sin dudarlo desmontó la moto y la rehízo para convertirla en una moto rápida en carreras de aceleración.
Un trabajo de tres meses y medio que deja dos colecciones RSD para todo aquel que decida dar su toque a la R18. “Machined” y “2-Tone-Black”. Ambas gamas incluyen llantas en dimensiones diferentes a las estándar, piezas mecanizadas como carcasas de velocímetro, abrazaderas de manillar, elevadores, puños, maneta y retrovisores, así como tapas de motor, tapones, tapas de silenciador de admisión y mucho más.
Entre los trabajos realizados en esta “Dragster” destaca la modificación completa del chasis, la personalización de la carrocería, cambio de escape a un 2 en 1. Faros y tanque son de la R18 original, horquilla de NineT, asiento construido desde cero y las piezas como manetas y tapas de motor que mencionamos antes.
La pasada semana le tocó el turno a Blechmann. El constructor austriaco nos deja su versión de la BMW R18 que poco tiene que ver con la de Roland.
A diferencia de Sands, Bernhard Naumann no recurre al diseño previo en papel. Él trabaja directamente sobre la moto y esto le hace responder directamente a los requisitos y vigilar las proporciones en todo momento, según palabras del propio diseñador.
Si echamos un vistazo al proyecto de Bernhard nos percatamos que el depósito de combustible ha sido modificado pasando ahora a ser más estrecho imprimiéndole deportividad y exponiendo aún más el motor.
El nuevo carenado y los cortes a la altura de las rodilla hacen destacar su línea atlética que junto a la personalización de los faros la convierten en una pieza un tanto especial.
Su pintura en negro con el clásico fileteado en blanco rememoran la historia de la marca y ponen el broche a un trabajo que llevó más de 450 horas en el taller.
¿Con cuál os quedáis?
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