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Quince días de reposo y seis carreras de nueva incertidumbre: así está el campeonato.

Lo más importante tras la celebración de la carrera de Montmeló reside en que, por fin, el piloto que tomó el liderato de la tabla fue también el ganador de un Gran Premio. Alguien dispuesto a tirar del carro de MotoGP.

Todo esto viene por nuestros “Diálogos Sobre Ruedas”, donde Máximo Sant me recordaba la semana pasada lo cómodo que se va segundo detrás de un líder. En carrera y durante la temporada. Porque el #1 pesa mucho.

Y porque lo de Andrea Dovizioso aguantando el liderato provisional en sus grises comparecencias de Misano, no era normal, ni de recibo, en un campeonato de la talla de MotoGP. Ahora el segundo es, al menos, el más regular del podio.

Fabio Quartararo ha dado un paso sin retorno. Como el que dio Maverick Viñales, con salto a la tele de Broncano, incluido. La siguiente entrevista, mejor en Cuarto Milenio, si eso. Después de ganar, hay que seguir ganando. Es así de sencillo. Es MotoGP.

Todos lo saben. Y ahora Fabio debe hacerlo. Ya no puede fallar más. Le Mans será su casa nacional (su hogar como piloto siempre fue España y así gana, aquí) y su momento de la verdad particular. Los chicos de L´Equipe querrán otra portada.

Joan Mir lo tiene todo para que el peso del liderato sea insoportable en los hombros del joven piloto francés. Y tiene tiempo de sobra: después de Le Mans, dos seguidas en Motorland, otras dos en Cheste y casi una “previa de Navidad” en Portimao. Pero hay que hacerlo.

Esa es la tarea: tirar del carro. Valentino Rossi ha sido el más honesto de los desertores involuntarios de semejante responsabilidad: dos ceros seguidos, de dos errores propios, no sirven para ganar un título de MotoGP.

Lo más importante tras la celebración de la carrera de Montmeló reside, también, en que no hay manera de garantizar que suceda lo que debería, en un MotoGP mínimamente normal: que Fabio y Mir se jueguen los cuartos lo que queda de año.

Porque Rossi seguirá yendo a por todas, especialmente en Francia. Porque Viñales hará lo propio, también desde la primera sesión de Le Mans. Y porque a partir de Motorland (y con 125 puntos por disputarse, aún) habrá un nuevo invitado en la parrilla de salida.

Marc Márquez va a volver en la segunda quincena de octubre. El campeonato le necesita, Honda le necesita; y hasta se me antoja pensar que sus rivales le necesitan. Creo que con Marc en pista se tomarán las carreras con otra actitud. Pongan un dólar aquí.

Recuerden: quedan menos de dos meses para el cierre. Y la clave de la resolución del título de MotoGP 2020 (que sin duda se decidirá en la última carrera) estará en el piloto que, a partir del próximo Gran Premio de Francia, sepa tirar del carro, en MotoGP.

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