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Tras su victoria ayer en Le Mans y las caídas de sus rivales, solo necesitaba un 8º puesto hoy para ser campeón si ganaba el suizo Aegerter, que finalmente fue 4º.

Hoy, muchos paddocks están contentos. Por lo menos todos aquellos por los que ha pasado Jordi Torres, un piloto abierto a compañeros y aficionados que deja buena huella ahí por donde pasa. Venido de SSP al mundial de motociclismo de Moto2 y emigrado a SBK tras no encontrar acomodo para la temporada 2015, es un piloto rápido y bien considerado, pero por unas causas o por otras no había conseguido ningún título a sus 33 años de edad. Su participación en MotoGP en 2018 como piloto sustituto en el equipo Avintia Ducati para las últimas carreras de la temporada parecía un premio a su trayectoria deportiva; pero lo mejor estaba por llegar.

Esta temporada había recalado en el equipo Pons Racing de MotoE después de su salida del mundial de SBK, tras una pobre temporada en el team Pedercini. Ya hemos comentado alguna vez que Sito Pons tiene buen olfato con los pilotos. El año pasado era Héctor Garzó su elección para MotoE, y este año ya milita en el mundial de Moto2. Jordi Torres, siendo lo contrario a una joven promesa (como lo es al que sustituye), ha ganado el certamen jugando la baza de la regularidad. Si bien había hollado el podio (o sus alrededores) con frecuencia durante la temporada, hasta ayer no pudo ganar ninguna carrera del campeonato, denominado Copa del Mundo por correr todos los equipos con una Energica.

Esa victoria, junto con la caída de sus tres contrincantes, que también optaban hasta ayer al título en Le Mans, le han permitido salir hoy a pista con la ventaja suficiente como para llegar 8º a meta, y solo si vencía el segundo del campeonato, el suizo Dominique Aegerter. Como el orden de parrilla de hoy lo configuraba la clasificación de la carrera de ayer, Torres se podía permitir una carrera conservadora, al contrario que sus rivales.

Visto lo visto ayer, el principio de la carrera era lo más peligroso, especialmente el primer paso por la chicane, inmediatamente después de la salida. El destino estaba hoy de la mano de Torres, porque ha entrado muy (quizás demasiado) conservador en la chicane y Granado le ha tocado por detrás, yéndose el brasileño al suelo. Una vez superado el trance, Torres se ha mantenido toda la carrera entre la 5ª y la 6ª posición, suficiente para conseguir el campeonato. Mientras, Tuuli, Di Meglio y Hook se jugaban la carrera por delante, entrando por ese orden en línea de meta. Ya estaba hecho.

Enhorabuena Jordi, te lo mereces.

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ale.garciamontes
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