Si hace pocos días veíamos en venta una Kawasaki ZXR400 hoy tenemos algo ligeramente diferente: con la CB-1 Honda anticipó a finales de los años 1980 lo que luego sería una moda que ha llegado hasta hoy. Se trata de tomar el motor de una deportiva y hacer una “naked” lo más sencilla posible. En este caso, el motor era nada menos que de la CBR400 japonesa, con su distribución por cascada de engranajes. Esta moto llegó a nuestro país en cuentagotas, mientras sí se vendió oficialmente y durante bastante tiempo su rival en Suzuki: la Bandit 400 que tan buenos recuerdos traerá a más de uno (y una). Hemos visto una en venta en California por bien poco: apenas 2000 euros.
Honda CB-1 400 1990
El motor de la Honda CBR400 japonesa es una joya y en esta naked “luce” con ese chasis minimalista (doble viga con una barra de acero). Con la línea roja en casi 14.000 rpm daba unos 60 CV y era un molinillo subiendo de vueltas… como esa Bandit 400 que fue mucho más popular en nuestras calles. Pero quien tuvo una CB-1 era “diferente” y su moto muy deseada.
Eran motos fáciles, aunque había que aprender a usar el cambio para bajar marchas de dos en dos si queríamos ir deprisa, y aunque la suspensiones y frenos eran sencillas (y de aquella época) bastaban para divertirse mucho y para usarla a diario. Esta unidad tiene algo más de 30.000 kilómetros y se ha cuidado sin exagerar (vemos algún arañazo aquí y allá) aunque eso asegura que no ha necesitado ninguna gran reparación. La vende su tercer dueño con neumáticos casi nuevos, y la verdad que dan ganas de ser su vecino para traspasarla de garaje por esos 2500 dólares que pide en Craiglist.
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