Ecologismo real: Londres ayudará a quien quiera cambiar de moto

Desde 2019 en Londres existe una gran zona de “bajas emisiones” que limita el tráfico todos los días de la semana las 24 horas: en moto, entrar en ella con una que no cumpla la norma Euro 3 (modelos a partir de 2007) cuesta unos 15 euros al día. En octubre amplían esa zona abarcando aun más superficie, pero dan soluciones a quien tenga una moto vieja: hacer una prueba de emisiones (algunas “pasan” aunque no sean Euro 3) o comprar una nueva con una ayuda de 1200 euros.

Ecologismo realista

Londres fue pionero en establecer controles de acceso a ciertas zonas de su zona central, incluso poniendo “peajes” para quien usara vehículos más contaminantes, y dejando fuera de eso a las motos. Las motos en ciudad mejoran la movilidad y eso ayuda a todo el tráfico, de forma que las emisiones globales bajan. Es algo que en otras ciudades del mundo, como por desgracia nuestra propia Barcelona, no entienden… y ponen trabas, y ninguna ayuda, para mejorarlo.

La zona de bajas emisiones o “Ultra Low Emission Zone” (ULEZ) de Londres ya es grande pero crecerá este año, en octubre. Está vigente siempre (día o noche y fines de semana) y acceder en una moto que no sea post-Euro 3 cuesta unos 15 euros al día (como peaje que si no se cumple tiene una multa más cara). Pero el ayuntamiento londinense con Sadiq Khan a la cabeza reconocen el posible problema para algunas personas con motos antiguas y sin recursos para comprar una nueva.

Así, por un lado van a proponer hacer una prueba de emisiones: les preocupan solamente las de óxidos de nitrógeno (NOx) y hay muchas motos anteriores a la Euro 3 que superarían esa prueba y por lo tanto no deberían pagar. O a las que es posible montar alguna pieza o modificarla para que lo hagan: nos parece una forma razonable de intentar evitar convertir en chatarra una moto útil (y la chatarra también contamina). Y para otros casos, han presupuestado ayudas de 1200 euros para la compra de una moto más reciente. Dos medidas muy razonables… y muy diferentes a lo que se hace en España por desgracia.